En cualquier otro país Sebastán Piñera hace rato que se habría bajado de la carrera presidencial. Y es que aún pasando por alto su histórico prontuario de delitos y estafas, estas últimas semanas hemos visto mútiples investigaciones periodísticas que han dejado en evidencia que estamos ante un tipo completamente corrupto. Ni hablar de su último intento de censura a la prensa, una situación gravísima e inédita en democracia, que deja en claro lo que se viene para el país si vuelve a ser Gobierno. Enumeremos:
- Comprar acciones de una pesquera peruana mientras era Presidente en pleno conflicto de La Haya
- Borrar correos electrónicos para evitar que lo vincularan al Caso Exalmar
- Tener participación en Corpesca mientras sobornaban a políticos para aprobar la Ley Longueira
- Comprar empresas quebradas para evadir impuestos
- Mientras era Presidente bajó el proyecto termoeléctrico de Barrancones para subir el proyecto de Minera Dominga donde era socio y tenía acciones
- Tener sociedades en paraísos fiscales para eludir impuestos
- Utilizar a sus hijos y nietos menores de edad como palos blancos para evadir impuestos
En Brasil sacaron a Dilma Rousseff por menos, en Paraguay sacaron a Fernando Lugo, sin ir más lejos a Laurence Golborne lo bajaron luego de revelarse el escándalo de Cencosud y que tenía dinero en paraísos fiscales. Que Piñera siga siendo candidato a estas alturas es completamente inaceptable