De manera sorpresiva, y contradiciendo a la propia ministra grosera de Gobierno, el Presidente Sebastián Piñera anunció el cierre del penal Cordillera, donde recordemos, cumplen su pena una decena de ex uniformados condenados por violaciones a los derechos humanos, como Manuel Contreras y Miguel Krassnoff.
«El Gobierno, tomando en consideración tres principios, primero la igualdad ante la ley; segundo, la seguridad de los internos; y tercero, el normal y más eficiente funcionamiento de Gendarmería, ha tomado la decisión de cerrar el centro penitenciario Cordillera. Se trasladará a los internos que están en ese centro y que son 10 personas, al centro penitenciario de Punta Peuco».
El penal cordillera, que en el fondo era un hotel de lujo, fue construido por la concertación para «recluir» a los militares condenados por asesinatos y torturas en al dictadura. Las amplias cabañas contaban con servicios higiénicos completos, duchas, agua caliente, aire acondicionados y tenían acceso a radio, música, televisión, lectura, internet canchas de tenis y de fútbol, además de contacto permanente con sus familias. Punta Peuco en ese sentido, sigue siendo un hotel, solo que con una estrella menos.
PUNTO 1: PIÑERA NO PUEDE DECIR QUE CIERRA EL PENAL CORDILLERA PARA BUSCAR «IGUALDAD ANTE LA LEY», MÁS AÚN SI LOS TRASLADARÁN A OTRO HOTEL COMO PUNTA PEUCO
PUNTO 2: SEA COMO SEA, ESTO ES UNA SOBERANA VERGUENZA PARA LA CONCERTACIÓN. LO QUE ELLOS NO SE ATREVIERON A HACER LO HIZO UN PRESIDENTE DE DERECHA