Llegué a urgencia con mi hija a las 20:49 para ser exacto.Venía preocupado porque al parecer venía con síntomas de haber rechazado algún medicamento.Le dolían mucho sus piernas por lo que estuve casi toda la espera con ella en mis brazos. Había gente mucho peor que yo, asi que esperamos tranquilamente. Por lo que pude dimensionar, no habían más de 6 u 8 niños.Ok, «algo normal» dije. Bueno después de haber visto pasar a dos pacientes adultos que llegaron después de mí, la espera se transformó en dos horas y media, hasta que por fin me llamaron. La atención adentro fue de lo que yo puedo llamar acá en Chile «normal» considerando que tuvimos que dormir una hora y media esperando el resultado del examen de sangre.. Pero saben? Nada fuera de lo normal. Ok. acepto.Me duermo en la silla.
Cuando son las 2:50 am ( cinco horas después) Mi hija de cinco años, no podía más con la situación. Lloraba por irse y le seguían doliendo las piernas. «Nos vestimos, pagamos y nos vamos por fin hija» , le dije. Llego al mesón con ella en brazos (no podía caminar) nos disponemos a pagarle a una señorita de cara poco amigable. . En el momento exacto que la señorita está pasando la tarjeta por la máquina, a mi hija le dan ganas de ir al baño. La miro con cara de «me disculpa vuelvo en un segundo» y su cara de odio me traspasa el aura, el sistema nervioso, el muscular, y todo eso junto.
Vuelvo a pagar, mi hija ya a esas alturas, llora. Y la señora como última paga de mi eterna manda, como si fueran las 12: oo del día se dispone a ordenar las hojas delicadamente, cual herencia millonaria. Irónicamente le pregunto si necesita de mi presencia para algo más, porque para ritmo de notaría, a esas horas, yo no gracias. Salgo al estacionamiento, (sigo con mi hija en brazos, + carpeta, + parka en mano) encuentro mi auto que a esa hora era casi el único. Logro que mi hija descanse en el auto, la amarro, salimos felices por fin!!!! Saco mi ticket celosamente guardado para levantar las barreras y me encuentro con la deliciosa voz que me dice: «usted no ha cancelado el ticket». 3:10 am señores. Y la cajita maligna me cobra.
Entiendo todo, que hay gente que se mete a la mala a estacionar, que algunos se atienden, salen de shopping y vuelven, todo lo que quieran. Pero no me webeen. En serio. Toco la bocina como loco. Aparece un señor y me dice. «No se abre porque no ha pagado el estacionamiento señor». «Vaya a decirle eso a la señorita del -2». Le digo, «yo no voy a pagar por haber estado en urgencia mas de 5 horas» déjeme salir.Estoy con una niña enferma en el auto, menos me voy a bajar ahora a pagar un piso más abajo. «Baje al -2, y explíquele a la señorita lo que me está diciendo». Ok.
Abajo me encuentro con una señorita muerta de la risa, viendo quizás qué en la tele. No la juzgo. son las 3:00 am en un -2 de un estacionamiento fantasma. Me acerco y le digo. «¿Es verdad que tengo que pagar por haber estado mas de cinco horas en urgencia?» Me hicieron devolverme y bajar a pagar esto… -«Hace como un mes señor que ahora se paga» «harta gente reclama lo mismo». Paso mi tarjeta, y un hermoso número aparece en la pantalla: «son siete mil pesos señor». Como premio de consuelo, devuelvo la mirada a mi hija que me espera en el auto, como diciéndole: Hija,…me rindo.
No me duele la plata señores de CLINICA INDISA de hecho en silencio le pagué a la señorita, tengo claro que no es culpa de ella. Me duele el contexto, la falta de criterio, la deshumanización de todo, me duele el pensar que hay alguien encargado de sacarte plata igual, no importándole que lo estás pasando pésimo en un box pediátrico a las 3:00 am. Me duele además, lo poco amable de las personas, lo poco «clínica» y lo harto Mall que les gusta ser.