Estos últimos días, de cara a la «conmemoración» de los 40 años del Golpe de Estado al gobierno de Salvador Allende, gobierno por cierto, democráticamente elegido, hemos visto una completa ofensiva comunicacional de la derecha Pinochetista, cómplices de la dictadura, en asumir su culpa pero enfocándola en un miserable y casi infantil: «yo pido perdón pero ustedes también». Y es que si pedir después de 40 años carece de toda virtud, hacerlo jugando a la teoría del empate es, más que triste, no arrepentirse de nada y en el fondo justificar la etapa más oscura en la historia de Chile.
¿De que tiene que pedir el Gobierno de Allende? ¿de querer justicia social? ¿de no someterse a los Estados Unidos? La historia está ahí, la quisieron cambiar y no pudieron. No estamos hablando de los cuentos sonámbulos y desquiciados de un inmoral como Gonzalo Rojas, estamos hablando de documentos oficiales. El Plan Z, creado para justificar el golpe jamás existió. La CIA quería sacar a Allende desde que ganó. Nunca hubo ni guerra ni una posible dictadura marxista.
¿Que el gobierno de Allende cometió errores? Obvio, como todos los gobiernos, justifica eso un golpe de estado y 17 años de dictadura?. ¿Cuantas leyes con letra chica ha sacado Piñera? Cuantas manifestaciones han sido brutalmente reprimidas? ¿Cuantos montajes fracasados contra el propio pueblo ha realizado? ¿Cuantas cifras han manipulado para hacernos creer que ha sido más exitoso de lo que es? Con apenas un 30% de aprobación: ¿eso justifica un Golpe de Estado?
Esto es simple, LA razón del Golpe de Estado fue que la minoría económica que domina el país no quería perder sus privilegios y Estados Unidos no quería un gobierno socialista en latinoamérica que sirviera de ejemplo al resto de los países. Ambos se pusieron de acuerdo y boicotearon el Gobierno de Allende. Los 17 años siguientes se dedicaron a robar, saquear y repartirse Chile con las privatizaciones. Momento de la historia que por cierto, permitió el enriquecimiento ilícito de los ahora UDI y RN.
Una dictadura y las aberraciones que se cometieron en ella, repito, aberraciones, no son justificables bajo ningún punto de vista. Los perdones y «mea culpa» de ahora solo corresponde a tres simples hechos.
1) Pudieron negar y desmentir las barbaridades de la dictadura durante 40 años gracias al monopolio que tienen en los medios de comunicación, pero como ya la gente tiene acceso a otras plataformas de información, no lo pueden seguir haciendo. ¿Que hacen entonces? Asumir sus culpas, pero justificando su actuar diciendo que «el lado contrario» también tiene que aceptar sus culpas.
2) Con un afán electoral. Dado que el nicho burgues de UDI y RN solo les permite ganar en comunas como Las Condes, Vitacura y similares. Necesitan el voto del siempre unineuronal «Facho Pobre». Aparecer como seres sensibles y arrepentidos en la televisión pidiendo perdón, seguro que partirá el corazón de algún que otro desclasado.
3) Están Viejos. El tiempo no pasa en vano, y hasta la persona más desgraciado e infeliz, enfrentado a su cada vez más cercana muerte, se empieza a mostrar arrepentimiento de sus actos y busca el perdón para poder irse con la conciencia tranquila.
¿Quieren reconciliación? ¿Unidad? Pedir perdón no sirve de nada. Más aún después de 40 años y culpando al resto. Se enriquecieron, aún hay cuerpos sin encontrar y hasta ahora nos gobierna una constitución creada en dictadura. Más que perdón, ahora solo corresponde justicia y funa para los responsables. Ricardo Lagos, sin ser en absoluto santo de mi devoción tiene razón. La izquierda no tiene que pedir perdón de nada. Hacerlo sería igual a que los prisioneros de Auschwitz pidieran perdón por lo que les hicieron los Nazis o que la tristemente célebre niña de 11 años que quedó embarazada producto de una violación de su padrastro, pidiera perdón por usar falda.