El Mostrador reveló como el programa de Michelle Bachelet, si bien presenta avances en torno a la negociación colectiva con titularidad sindical y el fin del Multirut, esto fue una concesión al empresariado, el cual está dispuesto a liberar más dinero, pero no a entregarles más poder a los trabajadores en el control de la relación laboral.
No es casualidad que el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio, Andrés Santa Cruz, no mostró mayor sobresalto: “El tema laboral tal como está planteado, no nos pone nerviosos”, dijo días después de que la candidata de la Nueva Mayoría presentara sus lineamientos. El impacto del programa de Bachelet ha sido profundo y muy bien recibido por los capitales financieros. De hecho, hace unos días, JP Morgan le dio el visto bueno al plan económico de Bachelet y dijo que contenía “muchas ideas pro mercado”.
Según señala el artículo, en la Nueva Mayoría reconocen que todas las señales que mandó el empresariado durante meses apuntaban a que estaban dispuestos a aceptar cualquier reforma que impulse Bachelet, menos una laboral, indicando que la posibilidad de un Nuevo Código Laboral era el gran temor de los empresarios, los cuales comprendieron que no se puede mantener el actual statu quo. Que se deben hacer concesiones, cambios y reformas, en pos de un bien superior: la paz social.
Bajo esa premisa es que no hay dos voces en la Nueva Mayoría al momento de reconocer que “la gran reforma laboral no se hará en el próximo gobierno”, no se puede, dicen, porque no dan los tiempos. “La Reforma Tributaria va a consumir toda la energía y esa es la verdad”, agregaron desde el bacheletismo.
INSISTIMOS, OJO SI BACHELET NO CUMPLE CON LAS ALTAS EXPECTATIVAS DE CAMBIO QUE TIENE LA GENTE