El sacerdote jesuita Luis García-Huidobro, detenido por Carabineros en Ángol, denunciaba en ADN Radio que el general de la Octava Zona de Carabineros, Iván Bezmalinovic, había utilizado un helicóptero de la institución para trasladarse al local en donde le correspondía votar en la segunda vuelta presidencial, desarrollada el domingo recién pasado. Ante las denuncias, la institución no habría respondido ni condenado el hecho y la hipótesis del jesuita es que tanto el general, como todas las autoridades que han estado involucradas en violaciones de Derechos Humanos hacia comunidades mapuche, están siendo blindados por los grandes grupos económicos que operan en la zona.
Muchos podrían no creer estas denuncias y declaraciones del religioso, pero nuestras investigaciones rebelan que no se alejan de la realidad. El general apodado el “caza-mapuches”, se ha caracterizado por hablar con la prensa calificando siempre a los comuneros mapuche como “delincuentes” o incluso como terroristas. Así, el 2012 Bezmalinovic causó polémica por haber dirigido un operativo en donde salieron heridos una gran cantidad de menores de edad, producto de balines disparados por Carabineros. En la oportunidad, al igual que en otras 4 ocasiones durante solo ese año, los tribunales de justicia declararon que el procedimiento no se ajustaba al debido proceso de una intervención policial y que el general había violado una serie de protocolos. Bezmalinovic respondió a los jueces diciendo que los “delincuentes” (comuneros mapuche) utilizaban a sus mujeres y niños como “escudos humanos”.
Además de todo esto, el general Iván Bezmalinovic fue la autoridad a cargo del procedimiento policial en el que resultó muerto el joven mapuche Jaime Mendoza Collío. En ese momento el actual jefe de la Octava Zona de Carabineros era Prefecto de Malleco y fue quien dio la orden a sus subalternos para que ingresaran al fundo San Sebastián, donde fue asesinado Mendoza Collío de un balazo en la espalda. Cuando se supo del asesinato del comunero, Bezmalinovic fue articulador de un montaje que quedó al descubierto luego de una investigación realizada por los tribunales de justicia: declaró a los medios que el carabinero que disparó había sido atacado con escopetas, que presentaba heridas en el cuerpo y además tenía impacto de perdigones en su chaleco antibalas y el casco. En el marco de la investigación, peritajes descubrirían que nunca el policía sindicado como autor material del disparo estuvo herido y que los perdigones presentes en su chaleco y casco fueron hechos sin un cuerpo adentro. Por este motivo, el Instituto Nacional de Derechos Humanos interpuso un recurso de amparo por exceso de fuerza contra el actual general y además, la autoridad policial estaría actualmente siendo parte de una investigación en donde se le acusa formalmente de mentir en sus testimonios del caso del asesinato de Mendoza Collío y de la detención de Daniel Melinao.
A pesar de descubrirse el montaje del que había sido partícipe, Bezmalinovic fue ascendido y nombrado general de la Novena Zona de Carabineros. Para el religioso Luis García-Huidobro esto constituiría “un premio del Estado chileno a un funcionario que se dedica a armar montajes y violar recurrentemente los derechos de las comunidades mapuche”. Además, este año fue integrado a las reuniones con el ex ministro del interior Rodrigo Hinzpeter, en donde se “tomaron medidas” para detener a los autores de supuestos atentados incendiarios en La Araucanía y, como broche final, la primera semana de diciembre se informó que el general asumiría en la Octava Zona de Carabineros, dejando su cargo en la región de La Araucanía.
Es así, como este miércoles 18 de diciembre, cuando solo lleva dos semanas haciéndose cargo de la Octava Zona de Carabineros, el general Bezmalinovic volvió a dirigir un nuevo operativo policial en la zona de Lleu-Lleu, donde resultaron cuatro personas heridas por perdigones y balines lanzados por la policía. A través de un comunicado, los comuneros mapuche involucrados declararon que “acusamos al nuevo general de la Octava Zona de Carabineros, Iván Bezmalinovic, respaldado por el gobierno, de dar inicio a una nueva ola represiva en contra de los Lov en Resistencia de Arauco, tal como lo hiciera en la zona de Malleco dejando como resultado a decenas de nuestros hermanos presos heridos y fallecidos”.
Claudia Molina, sicológa que trabaja desde el 2008 con los niños de las comunidades mapuches, comenta a El Dínamo que desde el arribo de Bezmalinovic a la zona la represión se profundizó. Dice que se notó su mano dura en términos de la frecuencia y de la sistematización de la violencia en los allanamientos, una escalada que comenzó a preocuparle.
“Estos últimos cuatro años, hubo en los niños una profundización de lo traumático, pero en general todas comunidades y también con los adultos”. Además recuerda los asesinatos de Mendoza Collío y el trabajador forestal Rodrigo Cisternas, donde Bezmalinovic estaba cargo del operativo. “Siempre parece estar en medio de las tragedias, la muerte y la represión”
Para la especialista, el general es el ejemplo de la impunidad que impera en la zona. Relata cómo lo que antes eran eventos violentos esporádicos, bajo el mandato de Bezmalinovic -jamás cuestionado ni por el gobierno, ni por el Congreso, ni por los propios altos mandos de la institución policial- pasaron a ser una constante entre las comunidades.