Hijo del asesino de Edmundo Pérez Zujovic, (Leer sobre «La Masacre de Puerto Montt») Edmundo Pérez Yoma proviene de una familia demócrata cristiana con todo lo negativo que aquello conlleva. Amantes del poder y sin ningún valor moral, cambian de opinión según les conviene, todo con el afán de no perder jamás sus privilegios. Apitutado desde siempre, Pérez Yoma se desempeñó como Ministro tanto de Eduardo Frei como de Michelle Bachelet.
CASAS COPEVA
En el invierno de 1997 miles de viviendas sociales de Puente Alto se inundaron por completo a pesar de haber sido recién entregadas. La solución del momento fue cubrirlas con nylon. La responsabilidad de la mala construcción de las viviendas fue de la constructora COPEVA, de propiedad del hermano de Edmundo Pérez Yoma, Francisco. El escándalo estalló cuando se supo que el dueño de COPEVA le había regalado caballos corraleros al entonces ministro de Vivienda, Edmundo Hermosilla, quien terminó siendo removido del cargo. COPEVA se declaró en quiebra, y actualmente opera bajo las siglas PY (Pérez Yoma).
De manera cobarde, (y como es su costumbre cuando se ve amenazado), Pérez Yoma recurrió a la Justicia para querellarse en contra de la dirigenta de los deudores habitacionales, quien había declarado: “Hay empresarios y políticos como Ravinet, Pérez Yoma, Zalaquett y Frei, vinculados a la banca y a constructoras, que han lucrado con el problema de la vivienda”. En palabras de la propia querellada: “Esa cuestión quedó en nada”.
Recientemente la Corte Suprema determinó que el Servicio de Vivienda y Urbanismo deberá indemnizar con 2.900 millones de pesos a las familias que fueron afectadas por las filtraciones de agua en sus viviendas, las que, en su mayoría, debieron ser demolidas por estar mal construidas. El SERVIU debió asumir también el costo de obras de reparación, o demolición, de las casas, desembolsando cerca de 12 millones de dólares. Como COPEVA quebró, no hubo indemnizaciones de la empresa a los afectados.
ROBO DE AGUA EN PETORCA
Un delincuente, con sangre de delincuente, siempre será un delincuente. Ya fuera del Gobierno, incapaz de robarle al Estado, no encontró nada mejor que robarle agua a la gente pobre de Petorca. La organización Modatima que defiende el acceso al agua en la Región de Valparaíso, denunció que presiones del gobierno habrían detenido una investigación en que estaba revelando la irregular manera de adueñarse del agua de Edmundo Pérez Yoma. En una declaración pública Modatima afirmó:
“Se descubrieron más de 200 metros de cañerías soterradas de conducción de aguas, cañerías que provenían de una captación de aguas sin derechos legalmente constituidos, y donde en los descargos se reconoce la venta de agua a Agrícola el Cóndor, del mismo modo, la existencia de cañerías enterradas de conducción de aguas, y de propiedad de Agrícola el Cóndor. Pérez Yoma ha conducido y acaparado agua de forma impropia desde el año 2005″.
Como no podía ser de otra forma, un mafioso delincuente como Pérez Yoma no podía quedarse de brazos cruzados, y como es su costumbre, interpuso una demanda contra quienes lo acusaron de robar agua. Por si fuera poco, guardias personales golpearon a personal de Modatima.
PRIMERA PRIORIDAD EN TRASPLANTE
Complicado de un riñón por una enfermedad repentina, Pérez Yoma no dudó en utilizar su poder para de la nada, ser primera prioridad a la hora de recibir un órgano para un trasplante. Algo sospechoso ya que ni siquiera se había sometido a diálisis. Fue operado de manera express, siendo que existían personas con mucha mayor prioridad que el mafioso delincuente. Por supuesto, Pérez Yoma recurrió nuevamente a la justicia por difamación cuando fue cuestionado.
INFILTRACIÓN A LOS MAPUCHE PARA ENCARCELARLOS
Reconocido anti-mapuche, seguramente para proteger a sus amigos empresarios latifundistas del sur, en el año 2010 aplicó la Ley Antiterrorista a los Mapuche que se encontraban en huelga de hambre. Por eso es que ahora no sorprende que Raúl Castro Antipán, haya involucrado a Pérez Yoma al reconocer que desde los años 2009 al 2011, realizó atentados incendiarios y otros hechos que el tribunal calificó como “terroristas”, todo con la finalidad de culpar a los Mapuche para encarcelarlos.