Un trasplante de pulmón que se iba a realizar en el Instituto Nacional del Tórax, no pudo realizarse debido a que no había anestesistas. Incluso el prolongado tiempo de espera en busca de un especialista provocó que el órgano quedara inutilizable. Christián Nilo, vicepresidente de la Sociedad de Anestesiología de Chile, negó que los anestesiólogos que trabajan en el Instituto Nacional del Tórax sean responsables del fallido trasplante, como es lo que señala de manera vergonzosa Jaime Mañalich para expiar su propia responsabilidad:
«Esto, antes que todo, es un drama; es una situación que obviamente la Sociedad de Anestesia condena, no está para nada de acuerdo, pero quiero dejar inmediatamente en claro que esto no tiene absolutamente nada que ver con los anestesiólogos que están contratados en esa unidad».
«Acá hubo, claramente, un tema de coordinación, un tema de gestión en que no se hicieron las coordinaciones que correspondían para realizar este transplante de pulmón. En ese mismo momento en el lugar donde se iba a hacer el trasplante se estaba haciendo un trasplante de corazón y una cirugía cardiaca, y no había espacio físico» para concretar el trasplante del pulmón.
«La explicación de que el anestesista es responsable es una salida muy, muy burda, esto depende de la subdirección médica del Hospital del Tórax y de la dirección, no de los anestesiólogos, que son empleados de ese recinto (…) Este chivo expiatorio es muy burdo»
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