Un artículo de El Mostrador reveló que el designado nuevo Ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, sería el principal responsable del papelón que ha significado poner a subsecretarios con graves conflictos de intereses e incluso, varios con prontuario y problemas con la justicia. Según el artículo, Peñailillo y su grupo estuvieron encargados de revisar los antecedentes y trayectoria de los nombres que los partidos de la Nueva Mayoría le entregaron a la Presidenta electa para participar de su gabinete.
La renunciada subsecretaria de Educación, Claudia Peirano que estaba en contra la gratuidad y lucraba con la educación, el subsecretario de Agricultura Hugo Lara (DC) que está querellado por estafa, el subsecretario de Bienes Nacionales Miguel Moreno enfrentó a la justicia por tocarle el trasero a una mujer, el subsecretario Jaime Burrows (DC) se opone al aborto terapéutico a pesar de que Bachelet quiere despenalizarlo. En la Región de Tarapacá el PS Mitchel Cartés enfrenta dos sumarios por malversación de recursos públicos. En Atacama acusaron de incompatibilidades en la designación del PS Miguel Vargas en la Intendencia por ser el actual director del SERNAC en la región. Subsecretario de Minería Ignacio Moreno (PPD) es gerente de empresa que cumplió 50 días en huelga. Los casos se multiplican con el pasar de los días.
En el conglomerado de Bachelet saben que la responsabilidad no sólo estuvo en las directivas. El comando de la Mandataria electa contó con un equipo encargado de chequear las trayectorias y antecedentes de quienes habían sido propuestos por las estructuras partidarias para ocupar cargos de importancia en el futuro gobierno. De hecho, aseguran que en el caso de Peirano, el equipo sí detectó la carta que firmó el 2011, donde se oponía a la educación gratuita universal, pero que los sorprendió su vinculación con la ATE que asesoró a la red de colegios de su ex marido, Walter Oliva, de la que se enteraron a través de la prensa.