Andrea Molina, ex animadora, ex actriz erótica y ex amiga íntima íntima íntima Laurence Golborne, Pablo Longueira e incluso algunos dicen que del misimísimo Sebastián Piñera, ahora convertida en una diputada UDI de tomo y lomo, en uno de los hechos más ordinarios que se recuerden, fue sorprendida cambiando de nombre el asiento de la hija de Piñera para así estar al lado de Piñera y robar cámara en el Cambio de Mando presidencial.
Más allá de esta vulgaridad sin precedente, cabe mencionar que Molina es una de las diputadas más nefastas del Congreso, a recordar: Votó a favor de la Ley Hinzpeter pese a estar pareada, afirma que le tienen envidia porque tiene exito y es bonita, en vez de legislar se pone a ver películas eróticas y afirmó que no es tan grave que los niños tengan arsénico.
DESDE AHORA NACE UN NUEVO DICHO:
«ERÍS MÁS ORDINARIO/A QUE LA ANDREA MOLINA»
TE PASASTE