En un hermoso artículo, la BBC se fue en picada contra los cuicos hipsters shupers burgueses pasaos a caca adictos al sushi y al instagram, y también a los famosos, por echar a perder el festival gringo «Coachella», por transformarlo de un festival alternativo a ser la epítome del consumo, la moda y la industria. Parte del artículo señala:
El evento, que cuando nació a fines de 1990 era considerado uno de los escaparates más respetables de la música alternativa del momento, ha sufrido en los últimos años una metamorfosis que, según muchos, lo ha llevado a convertirse en una pasarela para los ricos y famosos en la que los conciertos ya son sólo una excusa. O como señalaba recientemente el diario Los Angeles Times en un artículo sobre el festival: «Aclamado a principios de la década pasada por su espíritu libre, ahora Coachella es más un fin de semana de vacaciones en un recinto amurallado que un festival de música innovador«.
El que se acuse a Coachella de haberse convertido en un evento elitista tiene mucho que ver con los precios del festival y con los servicios exclusivos que se ofrecen a los asistentes con más posibilidades. Las entradas para un fin de semana valen US$375 -unos US$100 más de lo que suelen costar otros festivales similares en EE.UU. También se pueden pagar US$799 por una entrada VIP que otorga privilegios en las barras que sirven sofisticados cocktails. A cambio de US$225 se puede degustar una cena de cuatro platos en el llamado «jardín de las rosas» y al que no le apetezca pasar calor puede alojarse por US$6.500 en una de las decenas de tiendas estilo safari que cuentan con aire acondicionado.
«Coachela se ha convertido en un evento ridículo centrado en la moda y en los famosos en el que se congrega la gente rica para asistir a fiestas y en el que la música no es más que un complemento«, le dijo a BBC Mundo Marlow Stern, editor de entretenimiento de la publicación The Daily Beast, quien hace unos días publicó un demoledor artículo sobre el festival. «Es algo absurdo. (…) Creo puede compararse con lo que ha sucedido con el festival de cine de Sundance en los últimos 20 años, en el que parece que uno esté en Los Ángeles en vez de Utah», apuntó el periodista.
NO VA A FALTAR EL QUE ACUSE A LA BBC DE COMUNISTAS RESENTIDOS….