El poder económico y la clase política de ultra-derecha agrupados en UDI y RN, han creado un discurso anti-estado artificial asegurando que los que más lo necesitan son el pueblo, jamás ellos y su «libre mercado mano invisible». Pero la realidad es otra muy distinta, los que más necesitan y abusan economicamente del estado, son ellos.
Luego de la controversia por los aportes que Corfo realizó a la franquicia de pizzas Papa Johns a través de un fondo privado ligado a conocidos hombres de negocios. Ciper expuso como los grandes empresarios, utilizan hasta los créditos Corfo, destinado para ayudar a pequeños y medianos empresarios, para seguir acumulando dinero en sus bolsillos. Parte del artíclo señala:
«El mayor problema que ha tenido nuestro sector en las últimas décadas son las leyes de privilegio y los millonarios subsidios estatales que favorecen a las élites empresariales, obtenidas con la complicidad de la clase política y las altas autoridades del sector público. Se trata de una discriminación odiosa en contra de las Pymes de propiedad de pequeños inversionistas que se ha consolidado como parte del modelo de desigualdad»
«Durante la Reforma al Mercado de Capitales que se inició con Lagos, y luego perfeccionaron Bachelet y Piñera, las grandes fortunas justificaron que necesitaban franquicias tributarias para ayudar al desarrollo de la industria del capital de riesgo para favorecer los nuevos emprendimientos, ya que esta última política era imprescindible para conseguir el crecimiento del país. Mientras la inversión en nuevos emprendimientos no ocurrió según lo publicitado.
«En menos de 10 años las élites crearon cerca de 800 fondos de inversión y los transformaron en un instrumento para refugiar sus empresas y beneficiarse hasta hoy de las ventajas tributarias que esas leyes les otorgaban o dejaron ex profeso en el vacío legal. Algunos de los fondos de inversión de riesgo que irrumpieron fueron los promovidos por Corfo, los que se beneficiaron con aportes de platas públicas por cerca de 500 millones de dólares porque tenían como objetivo promover la innovación y el emprendimiento. Corfo publicita que habrían beneficiado mayoritariamente a Pymes y microempresas. Sin embargo, al investigar quiénes son el centenar de beneficiados, sorprende:
1) Que la mayoría favorece a las redes sociales y familiares de la élite empresarial, entre ellos ex dirigentes gremiales de la gran empresa y grandes empresarios, y a quienes han sido ministros de la Concertación, de Pinochet o altos funcionarios del gobierno de Piñera. 2) Cada uno de estos negocios ha recibido aportes multimillonarios, algo absolutamente inusual en el mundo de las Pymes. 3) Que la mayoría de los proyectos están relacionados a negocios de comercio, lucro en educación, especulación o centrados en la explotación de proyectos y productos de baja complejidad que no están alineados con la innovación competitiva de nivel global que necesita nuestro país.
Todo lo anterior ha ocurrido mientras más de 1,5 millones de Pymes y microempresas de propiedad de pequeños inversionistas se disputaban las migajas de los fondos públicos destinados al mismo fin. El resultado no puede ser más dramático: las platas públicas en manos de Corfo con las que nuestro país promueve la innovación, la investigación y desarrollo para dar un giro a nuestro actual modelo productivo -basado en la explotación y exportación de recursos naturales, industria del retail y productos de baja complejidad-, se encuentran absolutamente capturadas por la élite empresarial. La misma que ha demostrado no tener capacidades para desarrollar e innovar en productos de alta complejidad.
Quieren educación y salud pública pero financiada por el Estado. Quieren Isapres y AFP’s pero con el dinero de la gente. Utilizan la policía del Estado para imponer su orden, explotan nuestros recursos naturales pagando una miseria de royalty. No quieren que el Estado intervenga en la economía salvo para arreglar sus cagazos y rescatar a sus empresas, y más encima se apropian de los recursos destinados para los que si lo necesitan.
¿QUIENES SON LOS VERDADEROS CAFICHES DEL ESTADO?