El diputado independiente Gabriel Boric, en entrevista para El Mostrador, criticó el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y la extrema derecha por la Reforma Tributaria, asegurando que era un profundo atentado a la democracia y que revive la vieja política de los consesos que solo beneficia a los más poderosos. Parte de la columna señala.
«Desde nuestro punto de vista la Reforma Tributaria que presentó el gobierno en un inicio ya era insuficiente. Porque si acá lo que se buscaba era recaudar más recursos, no se explica por qué motivo no se tocó a las grandes empresas mineras mediante el aumento del royalty, porque esas empresas se están llevando el cobre, que es nuestro principal recurso –y que no es renovable–, y se lo están llevando a un precio absurdo en términos comparados»
«Si el segundo objetivo declarado de la reforma era mejorar la equidad, tampoco se entiende que no hayan tocado o modificado el IVA, que, como todo el mundo sabe, es un impuesto de carácter regresivo y es el que más recauda en nuestro país. Que sea regresivo significa que los pobres son los que más lo pagan. Yo ya estaba disconforme con el proyecto original, al que no se le pudo hacer modificaciones en la Cámara de Diputados porque se lo discutió muy velozmente, y ahora con el acuerdo en el Senado se desnaturaliza incluso lo que había presentado la Nueva Mayoría, que ya era insuficiente. En particular, abre nuevos espacios de elusión y, mediante la creación de una suerte de FUT 2.0, va a terminar beneficiando a los grandes empresarios»
«El gobierno no tiene una voluntad de transformar estructuralmente las bases de la economía chilena. Somos un país primario exportador y acá, según mi punto de vista, lo que se necesita es una industrialización, y para eso se requieren recursos. Hoy el principal recurso es el cobre, y el gobierno me imagino que no se querrá meter con las grandes mineras. Sé que hay temas de legalidad y constitucionalidad, pero eso se enfrenta debatiendo, y acá lo que se hizo fue cerrar la puerta al debate respecto al cobre. Me parece que eso, en el marco de una Reforma Tributaria grande, como siempre se dijo, debió haber sido discutido»
«Me parece que es un error demonizar la idea de los acuerdos, si la política finalmente es ponerse de acuerdo entre gente que piensa diferente. La pregunta es entre quiénes se realizan esos acuerdos, y la principal característica de la transición chilena a la democracia fue que esos acuerdos se realizaron entre una pequeña elite –que es muy endogámica–, y donde primaban los poderes fácticos y los intereses de los más poderosos, los que tienen más plata en este país»
«Y con este acuerdo tributario eso se replica. Porque finalmente el gobierno y la Nueva Mayoría prefirieron negociar en la casa de un amigo en Las Condes –de Juan Andrés Fontaine, ex ministro de Sebastián Piñera– que derechamente en el Parlamento de manera pública, para que todos pudiéramos conocer los argumentos que se estaban exponiendo. Lo que nos presentaron a toda la sociedad es un acuerdo firmado y a mí me gustaría saber cuáles fueron los argumentos que llevaron a ese tipo de acuerdo, con el que yo, tanto en forma como en fondo, discrepo. Me parece que esto es un profundo atentado a la democracia, y que no se puede minusvalorar. Acá tenemos una democracia muy deslegitimada, muy dominada por grupos fácticos y, en esta pasada, claramente los empresarios fueron los grandes ganadores. Para ese tipo de política no estoy disponible. Además, la democracia ya está lo suficientemente desprestigiada, y no estoy dispuesto a seguir pegándole, es cosa de ver por qué la mayoría de la gente no participa de sus procesos»
«Lo señalé hace tiempo. Me parece que en esto de nuevo ciclo hay mucho de bravuconería, pero cuando los empresarios levantan la voz se termina actuando en consecuencia, y eso me parece muy impresentable, porque finalmente el poder que tienen los empresarios es tremendo. Acá los empresarios dijeron que no iba a haber inversión, que iba a haber desaceleración y que iba a aumentar el desempleo, y ellos lo dicen pero son, además, los que lo hacen. O sea, si hay desaceleración o más desempleo es porque ellos mismos dejan de invertir. Entonces, tienen una suerte de posición negociadora que es impresentable para una democracia»
«Un gobierno no debiera someterse a eso y creo que con este acuerdo el gobierno se somete a esa lógica. Y no se entiende que el ministro Arenas haya defendido de manera tan categórica la reforma en la Cámara de Diputados. O sea, ¿por qué se dieron esa voltereta tan grande? No hay mucha diferencia con lo que ocurría en los 90. Lo que pasa es que ahora se hace más evidente y causa más indignación, porque hay otros actores en el Parlamento que no respondemos a estas lógicas»
«Esto sienta un precedente tremendamente peligroso para lo que va a ser la tramitación de la reforma educacional. Me pregunto para qué cresta sirve el Parlamento. O sea, si esta cuestión la van a terminar negociando en las casas de los amigos, de espaldas a quienes nos hemos movilizado por reformas estructurales, la verdad es que el Parlamento al final es un adorno«
«De hecho, en el debate por la Reforma Tributaria la Cámara de Diputados fue un adorno, y más allá que el acuerdo se firmó en el Senado, este se logró en la casa de Fontaine. ¿Dónde se va a llegar a acuerdo por la reforma educacional? ¿Se va a hacer con los movimientos sociales, con el estudiantil, o se va a hacer con un grupo de empresarios preocupado de no perder sus privilegios? Creo que esa es una decisión fundamental que tiene que tomar el gobierno. Y mi postura es que, ante estas amenazas, lo que hay que hacer es movilizarse»