Luego del polémico acuerdo entre la CUT y el Gobierno para establecer el salario mínimo en 225 mil pesos, (siendo que con Piñera exigían 250 mil), el Instituto Libertad y Desarrollo, propiedad de la UDI y el Opus Dei, entró al debate asegurando «en su particular estilo», que el sueldo mínimo era más que razonable y criticaron a los pobres por ser tan derrochadores. María Cecilia Cifuentes una de directoras, afirmó:
«El sueldo mínimo acordado entre la CUT y el Gobierno debe ser una de las mejores noticias del año. Tal como lo afirmó la UDI, nos encanta que haya primado la cordura, y es que subir más el salario mínimo traería cesantía, pobreza y SIDA»
«El gran problema que tiene la gente pobre, o como nos gusta llamarlos, gente en situación de hambre, es que no administran bien sus recursos. Joaquin Lavin, por ejemplo, les regaló un económico menú semanal de comidas y fue motivo de burlas. Si los pobres comieran como decía Lavín les duraría mucho más el dinero»
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