Alicia Morales de 71 años, 35 de ellos dedicó su vida a enseñar en las salas de clases, incluso fue subdirectora de una escuela. Hoy sin embargo, tiene que pedir dinero en la calles de Copiapó para poder sobrevivir debido a lo miserable de su jubilación.
«Recuerdo que la Navidad del 2004 yo no tenía dinero ni siquiera para comprar un pan, ese día que lloré y me desesperé. Salí a la calle y comencé a caminar mientras continuaba llorando, llegué hasta el supermercado de Avenida Henríquez y una familia que pasaba por ahí me preguntó por qué lloraba; yo les conté que no tenía dinero y el caballero me dijo que lo esperara un minuto»
«El hombre volvió con algo en sus manos, me pidió que cerrara los ojos y que extendiera las mías, en ese instante me dejó una cajita de esas redondas donde vienen las papas fritas. Cuando abrí los ojos, vi que dentro había algunas monedas y un par de billetes. Luego volví a cerrar los ojos y seguí llorando, fue en ese instante que me di cuenta que comenzaba esta etapa de mi vida»
COMO DICEN LOS FACHOS, SEGURAMENTE ELLA SE DEDICÓ A GASTAR LA PLATA Y POR ESO NO RECIBIÓ UNA BUENA JUBILACIÓN
TOTAL, LIBERTAD Y DESARROLLO DICE QUE LOS SUELDOS SON ALTOS Y LAS JUBILACIONES BUENAS