Más de 1.000 feligreses acusaron mala administración por parte del párroco Jorge Cerda, quien habría enviado a un sacerdote, que estaba siendo investigado por abuso sexual de menores a un campamento de niños. Marcos, uno de los denunciantes, señaló que tras la jubilación del padre anterior, la Iglesia quedó a cargo de Cerda, quien a su parecer mostró distancia desde su llegada y con el pasar de los años se comenzaron a gestar diferentes situaciones, entre ellas abuso de poder.
Marcos señaló a Radio BioBio, el arribo de otro sacerdote, identificado como Mardoqueo Valenzuela, agudizó la situación, ya que pese a que nunca se entregó una explicación clara sobre su función, éste ofició misas e incluso estuvo a cargo en dos oportunidades de campamentos de menores, pese a que fue investigado por abuso sexual de niños, lo que habría sido confirmado por Cerda hace unas semanas a la comunidad.
HERMANOS, COMO SIEMPRE SUGERIMOS:
LA ÚNICA IGLESIA QUE ILUMINA ES LA QUE ARDE