Revista Mala lleva 4 años rondando las calles de Latinoamérica, redes sociales y cabezas de muchos y muchas quienes no se conforman con los “reportes oficiales. Creada en el año 2010, con una particular estética, su discurso siempre ha sido promover la Autogestión, la independencia editorial y revolución. Es por ello que las participantes de la revista, se sorprendieron al encontrarse con “Mala Magazine”, una copia descarada, tanto de nombre como de estética, pero con un discurso completamente opuesto. A continuación, parte de su comunicado público:
Revista MALA, presente desde el año 2010, quiere denunciar el plagio que se le ha realizado, a través de una publicación burguesa llamada MALA Magazine, que nos ha copiado burdamente nuestro nombre, nuestro logo, y nuestra presentación, para utilizarlo con contenidos opuestos a nuestra línea editorial. Tras habernos dirigido a ellos de manera respetuosa y protocolar, y ante la negativa de ellos, queremos fijar nuestra posición con toda claridad a través de este comunicado público en un acto de nuestra legítima e irrenunciable defensa.
El cerco informativo, la represión y el monopolio burgués y reaccionario de los medios de comunicación, intentan alejarnos de la población y, sin embargo, en la MALA (como en tantos otros medios) estamos para demostrar con nuestra acción, con nuestro ejemplo diario que sí puede existir una revista con una línea editorial que reivindica la lucha revolucionaria para conquistar una sociedad justa e igualitaria, y demostrar que los medios de comunicación sí pueden definirse y jugar un rol político, con un fuerte apoyo popular, de manera autogestionada, sin depender de capitales privados y sin estar sometidos a una línea editorial censurada determinada por nadie que no sea el mismo grupo editor.
MALA Magazine, publicación de Estudio 9 producciones, liderada por Yael y Gabriel Schkolnick, propietarios de Estudio Schkolnick (responsables de grandes campañas publicitarias), con Nancy Castillo como editora General, muestra como estas personas sin conciencia alguna burlan con toda impunidad, con la falta de respeto más insolente, lo que está rigurosamente penado por la ley de propiedad intelectual. Por esto, en revista MALA nos negamos enfáticamente a que se utilice nuestro nombre y nuestro logo para lucrar de una manera tan descarada como ellos lo están haciendo. La legislación vigente en Chile y en gran parte del mundo protege la propiedad intelectual de las revistas desde su primera publicación. Por lo demás, revista MALA cumple actualmente con toda la normativa que exige la ley de prensa. En cambio, lo que ellos hacen es ilegal y constituye un delito.
Revista MALA se ha declarado partidaria de los medios independientes y autogestionados, y de la coexistencia pacífica, respetuosa y solidaria entre los mismos. Por esto, no podemos permitir que se pase a llevar la dignidad de ninguno de nosotros. El hecho de que MALA Magazine esté en manos de una productora de esta calaña, hace de esto no sólo un conflicto de clase, sino un conflicto político y por eso lo abordamos como tal. Esta batalla refleja la lucha entre los medios de comunicación alternativos y el poder avasallador de los empresarios de la “comunicación”.
No permitiremos que nuestro nombre sea mal utilizado ni empañado con contenidos que son opuestos a nuestra línea editorial. Y fiel a nuestro estilo, a la cultura que reivindicamos, con el total apoyo de nuestros columnistas, de nuestros lectores, colaboradores, dirigentes sociales, distribuidores y un gran circuito que hace posible nuestra publicación, es que nos enfrentamos al capital privado para defender lo que por derecho nos pertenece. Nada más, pero nada menos.
COMO SIEMPRE, LA BURGUESÍA SIN CREATIVIDAD ROBANDO Y USURPANDO