En medio del debate generado por la última alza del sueldo de nuestros honorables y los casos de corrupción relacionado con los sobornos de los Casos Penta y SQM, vale la pena recordar un completo artículo de Radio Cooperativa, donde denunciaron que en los últimos 13 años, los congresistas chilenos han aprobado aumentar sus remuneraciones desde los 2 millones 400 mil pesos en 2002 hasta los 8 millones 600 mil de este año. Se trata de los mismo legisladores que durante el mismo tiempo, han aumentado el sueldo mínimo en unos 60 mil pesos.
Un diputado, senador o ministro recibe mensualmente 8 millones 605 mil 477 pesos en bruto, lo que equivale a 40,5 veces el salario mínimo. Por si fuera poco, los pasajes, peajes, estadías, comidas, teléfono, internet y gastos de sus vehículos, entre varios otros ítems, están cubiertos por un monto adicional a su sueldo que llega a los 8 millones en el caso de los senadores y 5 millones en el de los diputados. Esto sin contar los gastos en asesorías, que elevan los montos por sobre los 20 millones de pesos mensuales.
No es novedad que Chile lidera las cifras de desigualdad del mundo, por lo que tampoco sorprende que encabece el listado de países donde más se paga a los congresistas. En Argentina reciben 36 mil pesos argentinos, es decir cerca de 2,5 millones de pesos chilenos, lo que equivale a unas 10 veces el salario mínimo de la nación trasandina. En Perú, los parlamentarios cuentan con 6 millones de pesos chilenos y en Bolivia, el equivalente a 1 millón 300 mil. En México y Paraguay, los sueldos fluctúan entre los 2,7 a los 4,9 millones de pesos chilenos.
Por si esto fuera poco, los «honorables» parlamentarios chilenos, trabajan apenas 121 días al año, van sólo 3 días a la semana al congreso y las multas para quienes se ausentan injustificadamente a las sesiones unos míseros $56.471, (para justificarse solo tienen que presentar una licencia médica o decir que se encuentran realizando actividades en sus distritos) De hecho, sólo en este año, apenas 22 diputados tienen un 100% de asistencias. Ni hablar de que muchos van a marcar «asistencia», para luego retirarse.
Una investigación de CIPER fue más allá, revelando que los parlamentarios chilenos no solo son los que ganan más en términos de salarios netos de la OCDE, sino que también alcanzan el primer lugar en la relación entre sus ingresos y el PIB per capita. Además, quedan en segundo lugar (solo superados por sus colegas mexicanos) en la relación entre su dieta y el ingreso mínimo de cada país. Un diputado chileno, concluye el estudio, gana casi 12 veces el PIB per capita y 40 veces el ingreso mínimo. Todo esto recordemos, mientras el 70% de los chilenos gana menos de $400.000 y el 50% gana menos de $250.000. Sin salud ni educación garantizados como derecho, todo esto gracias a las mismas leyes que escriben estos «honorables»
Y ESTOS MISMOS, SON LOS QUE DICEN QUE NO SE PUEDE SUBIR EL SUELDO MÍNIMO MÁS DE 7.500 PESOS