De manera absolutamente vergonzosa, el Gobierno, pudiendo haber hecho lo lógico para así dar un ejemplo de transparencia, en vez de sacar de su puesto al hijo cacho de Bachelet, Sebastián Dávalos, lo respaldó asegurando que su turbia relación con Luksic era «un negocio entre privados». José Antonio Gómez, vocero subrogante del Ejecutivo, salió en su defensa:
“No existe ningún antecedente que vincule a esa sociedad con el cambio del plan regulador, y para decirlo con toda claridad, no existe ninguna resolución en este minuto que haya producido un cambio de plan regulador. Si existieran situaciones que no corresponden desde el punto de vista legal, sin ninguna duda sería una situación distinta, pero en este caso particular, va a estar la declaración del Ministerio de Vivienda, está la declaración del banco y están los antecedentes públicos. No vinculen un hecho que es entre privados, con recursos privados, a situaciones que son irregulares”.
Recordemos que este turbio “creditazo” está rodeado de irregularidades, partiendo porque se lo dieron UN día después de que Bachelet saliera presidente, la empresa no cuenta con oficinas estables, tampoco tenía movimientos considerables para la aprobación de un crédito de tanto dinero, apenas tenía un año de funcionamiento y lo peor, la empresa tenía un capital inicial de apenas 6 millones de pesos. (La Superintendencia prohibe a los Bancos aprobar préstamos que excedan un tercio del patrimonio del solicitante)
1) QUE EL DUEÑO DE CHILE LE «PRESTE» MILLONES DE MANERA IRREGULAR AL HIJO DE LA PRESIDENTA ESTÁ LEJOS DE SER UN «NEGOCIO ENTRE PRIVADOS»
2) ACÁ VEMOS LA RELATIVIDAD MORAL DE LOS CORRUPTOS DE LA NUEVA MAYORÍA. PUDIENDO HACER LO LÓGICO, PUDIENDO DAR EL EJEMPLO, SIGUEN RESPALDANDO DELINCUENTES Y HACIÉNDOSE LOS WEONES. PERO CLARO, DESPUÉS PEDIRÁN VOTAR POR ELLOS YA QUE SON «EL MAL MENOR»