Estupidez, ganas de figurar y ostentación son las primeros conceptos relacionados con Sebastián Dávalos, el hijo cacho de Bachelet. No por nada recordemos que saltó a la fama por coleccionar lujosos autos Lexus, y por cometer la imbecilidad de querellarse contra el periodista Tomás Mosciatti para querer silenciarlo, situaciones que ya dejaban en claro su «particular» personalidad.
De vuelta en la polémica por su participación en el turbio préstamo de 6.5000 millones de pesos que Luksic le realizó a su señora, vale la pena hacer un recorrido sobre su particular historia. Al respecto, un artículo de El Mostrador del año pasado, revela curiosos antecedentes de este «simpático» personaje:
Nadie tenía idea. Nadie sabía en el gobierno ni la Nueva Mayoría que el primogénito de la Mandataria, Michelle Bachelet, llegaría esta semana a La Moneda para asumir las funciones de director del Área Sociocultural de la Presidencia, que en castellano y cuando la banda tricolor la lleva un hombre, significa las tareas de primera dama. Fue una sorpresa en Palacio la decisión, una que –reconocen en el oficialismo– les preocupa, ya que el hijo mayor de Bachelet ha sido considerado siempre un flanco de ataques y conflictos para la Presidenta, su talón de Aquiles.
Es el hijo de la Presidenta, así que en el gobierno nadie quiere hablar del tema, dicen que es complicado hacerlo, que es delicado, agregan, aunque todos coinciden en que no se sabe realmente por qué y para qué llega al gobierno. Algunos consideran que, como son un hecho sus nuevas funciones en Palacio, lo positivo puede ser que será una forma de tenerlo “más controlado” y evitar así que genere ruidos innecesarios a la Mandataria, como ocurrió con la polémica por los tres autos de lujo Lexus que posee, avaluados cada uno en 25 millones de pesos o su pública disputa con el director de Radio Bío Bío, Tomás Mosciatti, que el año pasado, en plena campaña, tuvo hasta un capítulo en tribunales.
Cualquiera sea el caso, la mayoría en el oficialismo cree que el objetivo de Dávalos es buscar una mayor figuración política. Es sabido que el 2013, durante la campaña, trató de tener participación en el comando, pero fue bloqueado por varios del equipo de colaboradores, como el mismo Peñailillo, después de la polémica que protagonizó cuando se querelló contra Mosciatti, algo que en su momento complicó bastante a Bachelet y que no fue bien evaluado por el equipo de Tegualda.
Estudió ciencia política en la Universidad Central y un magíster en Gobierno y Gerencia Pública. En el oficialismo lo consideran ambicioso, pero sin muchas habilidades políticas y agregan, desde el gobierno, que su performance pública en general no es buena, como fue el caso de su participación en el programa “Las Dos Caras de La Moneda”, cuando Don Francisco entrevistó a la Mandataria en la semana del cambio de mando. La participación del primogénito no fue bien evaluada por los asesores presidenciales.
Por lo mismo, hay dudas de que la dirección del Área Sociocultural sea la plataforma que Dávalos espera. “Si se quiere una proyección desde ahí se requiere carisma, una vocería potente, alguien que llegue a la gente, rasgos que él no tiene” (…) En Palacio confiesan que están “decidiendo qué hacer con él”, porque es unánime el criterio de que representa un flanco abierto para la Presidenta, su máxima debilidad. “Hay que preocuparse, porque va a ser un problema”, afirman, mientras que otros agregan que “la premisa es que hay que cuidarlo, porque es de la familia”.
Dada su inclinación por el lujo, el primer control de daños, explican, fue la decisión de que el cargo sea ad honorem, ya que por consanguineidad es preferible, para evitar críticas de nepotismo y, de paso, tratar de “limpiar su imagen” de ostentador, que hace ruido en un gobierno de centro izquierda, con un fuerte discurso sobre la equidad. Son varios quienes, en el gobierno, coinciden en que la decisión de aceptar la propuesta de Dávalos no la tomó Bachelet como Mandataria, sino como madre.
Quienes han trabajado en la dirección del Área Sociocultural de La Moneda aseguran que la verdadera tarea ahí es “conseguir plata”, hacer vínculos con el mundo empresarial y cultivar esas relaciones con el poder económico. Algunos vínculos Dávalos ya los tiene. Basta recordar al empresario Gonzalo Vial Concha, controlador de Graneles de Chile e hijo del dueño de Agrosuper, que fue quien le facilitó su fundo Haras de Callanas, en Paine, para celebrar su matrimonio con Natalia Compagnon.
EN RESUMEN, A ESTE VAGO LO TIENEN QUE ECHAR CAGANDO. QUE APRENDAN DE PIÑERA QUE SABIAMENTE HIZO DESAPARECER A SU HERMANO MIGUEL