En 2006 entra en funcionamiento el tranque de relave ‘El Mauro’, a pesar de la molestia generalizada por parte de la comunidad de Caimanes en la región de Coquimbo. Los vecinos de la zona se oponen argumentando que éste afectará directamente su calidad de vida, el medioambiente y el agua. Como señala Radio Bío Bío: El tranque es considerado como uno de los basureros tóxicos más grandes de Latinoamérica. La minera Los Pelambres, perteneciente al grupo Luksic, esperaba depositar cerca de mil 700 millones de toneladas de relave. Estos desechos mineros están compuestos de sustancias como arsénico, óxido de silicio y plomo, entre otras que son altamente perjudiciales, tanto para el medio ambiente como para las personas.
En 2006 la Corte de Apelaciones decide fallar a favor de los vecinos, prohibiendo la construcción del tranque. A pesar de esto, la minera decide acogerse a un advenimiento con parte de la comunidad para continuar con la construcción. Finalmente, y a pesar de la oposición de la comunidad y la Justicia, el Tranque ‘El Mauro’ comienza a operar en 2008.
La Corte Suprema determinó en octubre de 2014 que la compañía Antofagasta Minerals -perteneciente al Grupo Luksic- debía devolver a los vecinos de Caimanes el agua del estero Pupío a su cauce natural. Esta decisión se adoptó luego que se evidenciara que la construcción del tranque generó daños al medio ambiente, lo que afectó la calidad de vida de los vecinos del sector. Sin embargo, Luksic sigue ignorando el fallo judicial y los habitantes de Caimanes que protestan por tener agua son reprimidos por Carabineros. Todo mientras el Gobierno sigue haciéndose el loco con el tema.