En una entrevista al diario catalán La Vanguardia, el escritor y periodista Eduardo Galeano, habló sobre la libertad, el trabajo y la producción, y el dilema entre la dignidad versus la obediencia. De un mundo basado en la lógica utilitaria del trabajo y el desgaste que esto acarrea para otros aspectos fundamentales del ser humano. A continuación un resumen de la entrevista:
ECONOMÍA Y MIEDO
«Somos una civilización de soledades que se encuentran y desencuentran continuamente sin reconocerse. Ese es nuestro drama, un mundo organizado para el desvínculo, donde el otro es siempre una amenaza y nunca una promesa. El miedo nos domina. Es el pretexto para que esta industria pueda prosperar, porque necesita guerras y enemigos, y si no existen hay que inventarlos»
«Vivimos en un mundo inseguro, no sólo porque podemos ser robados, asaltados… Los coches matan más que las drogas, y el aire que respiramos y los pesticidas nos exterminan. Sólo si nos articulamos para defendernos de un sistema que es enemigo de la naturaleza y de la gente podremos hallar espacios de seguridad»
«La solidaridad es un sentimiento horizontal. La caridad es vertical y no me gusta. Hay un viejo proverbio africano que dice que el que da está siempre por encima de la mano que recibe. De hecho, nuestros antepasados sobrevivieron porque supieron repartir la comida y defenderse juntos»
EL TRABAJO POR SOBRE LA VIDA
«El 99% de las especies del planeta no viven para trabajar, y no les va tan mal. Nosotros nos hemos especializado en ser instrumentos de nuestros instrumentos, y somos los únicos capaces de destinar nuestros mejores recursos al exterminio loco. Cada minuto el mundo destina tres millones de dólares a gastos militares y mueren 15 niños de enfermedades curables. ¿Qué clase de especie es esta que dice ser la racional?»
«La mayoría trabaja a contracorazón y termina viviendo una vida que no es la suya por las necesidades materiales, y eso es lo que hace que algunos no se den cuenta de que murieron hace muchos años, la última vez que fueron capaces de decir no. El conformismo, la aceptación de la realidad como un destino y no como un desafío que nos invita al cambio, a resistir, a rebelarnos, a imaginar en lugar de vivir el futuro como una penitencia inevitable»
¿QUE NOS HACE LIBRES?
«Desde niños nos adoctrinan hasta el punto de que nos parece normal lo anormal. Habrá que preguntarse hasta qué punto soy capaz de amar y de elegir entre la dignidad y la indignidad, de decir no, de desobedecer. Capaz de caminar con tus propias piernas, pensar con tu propia cabeza y sentir con el propio corazón en lugar de resignarte a pensar lo que te dicen»
«Los desafíos que uno enfrenta cada día son los que te abren una rendija para elegir entre la dignidad y la obediencia. Libre es el que es capaz todavía de elegir la defensa de su dignidad en un mundo donde, quieras o no, en algún momento tendrás que tomar partido entre los indignos y los indignados«