El Gobierno decidió no incorporar la negociación colectiva por rama al proyecto de Reforma Laboral. Lo que se suma a la criminalización de las huelgas que ahora tendrán que ser «silenciosas y pacíficas», y que no se eliminó totalmente el reemplazo de trabajadores. Lo que terminó por dejar una Reforma Laboral absolutamente servil a los empresarios.
Como señaló la Fundación Sol para The Clinic, antes del Golpe de Estado existían las famosas negociaciones por ramas, en las cuales se establecía un mecanismo que era con participación del Estado, se llamaban comisiones tripartitas:
«Por ejemplo, la comisión tripartita para el cuero y el calzado. Estaban los representantes de los trabajadores de la rama, los representantes de la empresa y también estaba el Estado”, comenta el economista de la Universidad Católica e investigador del Área de Sindicatos y Negociación Colectiva de la Fundación Sol, Gonzalo Durán.
«En 1973 se suspende la acción sindical y en 1979, bajo la dirección de José Piñera, se activa el Plan Laboral que reestablece la actividad, pero bajo las condiciones que tenemos hoy: con reemplazo en la huelga, con grupos negociadores y con sindicatos debilitados. Por esa misma razón, se considera que la actual no se trata de una reforma estructural, sino más bien de un “ajuste al plan laboral del ’79»
Lo más grave de todo esto, es que la actual presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, defendió la miseria de salario mínimo pactado con el Gobierno, (225 mil pesos, donde recién para el 2016 será de 250 mil, cantidad menor a lo que ella misma le pedía a Piñera), utilizando como «argumento» que esto sería para «enfocarse en la Reforma Laboral«. Entonces, con este nuevo «pico en el ojo», los trabajadores ahora tendrán un sueldo mínimo miserable pactado a 3 años, sin capacidad de renegociación y más encima sin la negociación por rama que era la principal demanda de la CUT.
BÁRBARA FIGUEROA TRAICIONANDO A LOS TRABAJADORES Y BACHELET GOBERNANDO PARA LOS EMPRESARIOS
Y DESPUÉS TIENEN LA CARA DE LLAMARSE «DE IZQUIERDA»