Carabineros de Chile, esa sagrada institución que jamás miente y siempre defiende al más débil, reprime a los estudiantes por su propio bien, para que no se pierdan en el camino y lleguen sanos y salvos a sus casas. Si algunas veces los mojan, es para refrescarlos, nada más. Es en esta concentración absoluta de protegerlos que descuidan a los llamados «encapuchados» y les permiten destruir semaforitos, rejitas y atacar algunos bancos y farmacias. Encapuchados que no olvidemos, son seres extraterrenales que no viven en Chile, ni respiran nuestro aire. Aparecen en las marchas a través de portales tridimensionales sólo para hacer destrozos, luego de esto desaparecen hasta la próxima marcha
De hecho, es común que los medios masivos transmitan en vivo y en directo los «incidentes» y los «destrozos» de los «encapuchados» por largos minutos, sin que exista la más mínima presencia policial. Pero no sean malpensados, jamás piensen que Carabineros (y el gobierno de turno) permite estos destrozos a propósito para justificar posteriormente la represión a los estudiantes, mucho menos que algunos de estos encapuchados puedan ser agentes infiltrados, y ni mucho mucho menos que esto sea una política de Estado para criminalizar las protestas. Como se les ocurre. Al Estado, que no es más que el poder de la elite hecho Gobierno, siempre le interesará demasiado que las personas se manifiesten y protesten por sus derechos
Las noticias muestran el caos en República, y una cuadra de la Alameda «los guardianes del orden» estacionados. pic.twitter.com/AkQON7wMD7
— Ivette Rapaport (@irapaport) Mayo 29, 2015