Que los medios de desinformación masivos, se hayan puesto de acuerdo para «quejarse» en bloque sobre haber mantenido el horario de verano, (algo lo más normal en casi todo el mundo donde no se cambia la hora), constituye una de las maniobras de distracción más burdas realizadas por la prensa en Chile.
Como bien se explica en las 10 estrategias de manipulación mediática y en los 11 principios de la propaganda Nazi, crear noticias y darles importancia a otras que no la tienen, es una manera muy efectiva para desviar la atención de información que de verdad importa. Es así que mientras la noticia debería ser la corrupción política y empresarial, las reformas que no son o las formalizaciones del Caso Penta, los medios de comunicación masivos están todo el día hablando de lo mucho que «le afecta a la gente» no cambiar de hora, como si alguna vez les interesara la gente, cuando su único propósito siempre ha sido dar forma a la opinión pública según los intereses del poder.
En invierno, es un hecho que amanece más tarde y se oscurece más temprano, por lo que una hora de variación no cambiará demasiado esta realidad. Por otra parte, las personas que viven en la periferia de Santiago y tiene que cruzar la capital para poder ir a trabajar, siempre se levanta oscuro, ni hablar de panaderos, choferes, nanas y los obreros de la construcción, quienes toda una vida se han levantado de noche y nadie jamás reclamó por ellos.
Nuestro país tiene bastantes maniobras comunicacionales de este tipo, por mencionar algunas, cada vez que la Concertación estaba en algún enredo aparecía el chupacabras, o en dictadura, el recordado vidente de Villa Alemana, montaje comunicacional de la CNI que terminaron reconociendo. En definitiva, esta supuesta «preocupación» de la Prensa Burguesa no es más que una burda maniobra de distracción de su parte. No por nada, curiosamente, hasta la UDI inició una campaña para cambiar la hora y volver al horario de invierno.