El ex candidato presidencial Alfredo Sfeir, en entrevista para la revista Capital, abordó diversos temas de la contingencia nacional, refiriéndose especialmente al fracaso del actual modelo económico, asegurando que el crecimiento no sirve de nada si todo se lo quedan las mismas manos de siempre. Parte de la entrevista señala:
«Es la política del péndulo: el sector privado se ha entrometido en todo. Cuando el 90 y tanto por ciento de los derechos de agua están en manos de muy pocas personas, aquí lo que hay que hacer es no perder el sentido común, lograr que tanto el sector privado como el Estado tengan criterio. En el mundo de hoy, estamos moviéndonos cada vez más hacia encontrar la naturaleza como bien público y, por lo tanto, es evidente que tiene que ser el Estado el que vele por eso, el mercado no está hecho para eso. El mercado funciona con dos falacias: crecer primero y limpiar después, o crecer primero y hacer justicia social después»
«Para mí lo más importante en este momento es que haya un plebiscito sobre la nueva Constitución. Yo quiero una nueva, pero no puedo imponerla. En Chile tiene que haber un debate nacional respecto a la participación ciudadana, porque cuando se habla del tema, la gente levanta las cejas (…) Viví en Suiza, un país capitalista, neoliberal que tiene consulta ciudadana permanente. Se preguntan desde si deben votar los extranjeros hasta qué tipo de detergente de ropa se usa. En Chile, en cambio, hablar de consulta es algo que molesta»
«Me preocupa más la distribución del ingreso. Aumentar puntos de crecimiento para que el beneficio llegue a las mismas manos, no veo para qué crecer más (…) El modelo dejó de dar sus servicios como antes porque hoy existe un movimiento natural necesario, con 7 mil y tantos billones de habitantes en el planeta, con toda la congestión que existe en las ciudades. Las cosas tienen un carácter de bien público que este modelo no resuelve. Y no sacas nada con seguir cortándole una puntita y luego otra. La esencia debiera ser una nación sustentable con una ciudad empoderada»