El ministro del Interior Jorge Burgos (DC) y la ministra de Justicia Javiera Blanco, recibieron en La Moneda al senador Alberto Espina y al diputado Gonzalo Fuenzalida (éste último involucrado en las boletas falsas del Grupo Said), quienes destacaron la «apertura» mostrada por el Gobierno frente al retorno de la detención de pobres por sospecha, convenientemente disfrazado de «control preventivo de identidad». Al respecto, el senador independiente Alejandro Guillier no escondió sus reparos ante la iniciativa:
«Nosotros tuvimos en los años 90 ciertas facultades para detención por sospecha y al final Carabineros cayó en una misión imposible, porque eran cientos y miles de detenciones, y se llenaban las comisarías, se llenaban los tribunales y eso no tuvo ningún resultado, se transformó incluso en un abuso. Por lo tanto, eso hay que revisarlo con un sentido muy crítico. Tengo bastantes aprensiones hacia eso»
LA MITAD DE LA CLASE POLÍTICA CUESTIONADA POR RECIBIR SOBORNOS Y DETENDRÁN POR SOSPECHA AL RESTO
Y CUANDO DECIMOS «AL RESTO» NOS REFERIMOS A GENTE POBRE. TODOS SABEMOS QUE CARABINEROS JAMÁS LE «CONTROLARÁ LA IDENTIDAD» A UN CUICO