Jaime Guzmán, fundador de la UDI y autor intelectual de la Constitución de 1980, por más que la ultraderecha intente falsamente de santificarlo, era un sádico que amaba las dictaduras, y que debido a sus propias contradicciones odiaba a las mujeres. (Ojo con lo que la DINA escribió sobre él)
En el contexto del debate sobre la despenalización del aborto terapéutico, vale la pena recordar las palabras que utilizó Guzmán para justificar su derogación (en dictadura estaba permitido y Chile es uno de los 7 países donde estaba prohibido) Una nota de El Mostrador, recuerda las palabras de Guzmán en la Comisión Ortúzar, encargada de sentar los cimentos de lo que sería la Constitución de 1980, el ex senador gremialista expresó:
“(La mujer) está obligada siempre a tener el hijo, en toda circunstancia, como parte de la cruz que Dios pueda colocar al ser humano. La madre debe tener el hijo aunque éste salga anormal, aunque no lo haya deseado, aunque sea producto de una violación o aunque de tenerlo, derive su muerte. Una persona no puede practicar jamás legítimamente un aborto, porque es un homicidio y todas las consecuencias negativas o dolorosas constituye, precisamente, lo que Dios ha impuesto al ser humano”.