La UDI, esa minoría fascista, ultraderechista y que sólo representa a la lumpenburguesía, manifestó su oposición a la idea de cambiar el nombre del aeropuerto de Santiago -hoy Arturo Merino Benítez- al de aeropuerto Pablo Neruda. La Tercera revela los pormenores del debate que se lleva a cabo en la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados.
Desde mediados de agosto, un intenso e inédito debate ha cruzado la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, a raíz de la idea de cambiar el nombre del aeropuerto capitalino -hoy aeropuerto Arturo Merino Benítez- al de aeropuerto Pablo Neruda. Los primeros reparos provinieron del diputado Ignacio Urrutia (UDI), quien solicitó antecedentes de los efectos económicos de la propuesta, además de una biografía de Arturo Merino Benítez a la Biblioteca del Congreso Nacional. “Que sea necesario pedir una biografía de Merino Benítez da cuenta de que no es un personaje conocido frente a una figura mundialmente reconocida como el poeta Pablo Neruda”, replicó a Urrutia su par Ramón Farías (PPD), cuyas palabras fueron rápidamente respaldadas por los otros integrantes de la comisión, como Pepe Auth (PPD) y Guillermo Teillier (PC).
La discusión alcanzó decibeles más altos el 10 de septiembre, cuando el abogado Nurieldín Hermosilla -editor de algunas obras de Neruda- fue invitado a exponer en la comisión. Hermosilla relató anécdotas de Neruda en el mundo para argumentar la inmediata relación que genera su figura tanto en Chile como en el extranjero. Como ejemplo, indicó que los aeropuertos más importantes llevan el nombre de personajes que representan la tradición cultural de sus respectivos países, como es el caso del aeropuerto Leonardo Da Vinci, en Roma.
Fue entonces cuando -según lo consignado en el acta de la comisión- Urrutia insistió en incluir la calidad de “poeta” de Neruda en el nombre del aeropuerto, ya que no hacerlo podría entenderse como un reconocimiento a “a la posición política que adoptó. Dicho agregado radica o circunscribe el homenaje a su veta artística”, comentó. El diputado gremialista consultó también sobre la posibilidad de conservar el nombre del aeropuerto y bautizar las dos terminales con los nombres de Gabriela Mistral y Pablo Neruda”. “Nuestra sociedad chilena aún no se ha reconciliado con los eventos de su pasado, y cuando lo esté, este tema no será un problema”, afirmó Urrutia, insistiendo en su posición.
1) SIMPÁTICO QUE UNA MINORÍA DE FASCISTAS PINOCHETISTAS REPRESENTANTES DE EMPRESARIOS HABLE DE «COSAS QUE DIVIDEN A LOS CHILENOS»
2) MUERTE A LA UDI Y SUS «ARGUMENTOS», EN SERIO