Luego que la alcaldesa de Antofagasta, Karen Rojo, emitiera un oficio que ordena el desalojo de 26 campamentos de la comuna, donde se estima viven alrededor de 3000 familias, en su mayoría inmigrantes que viven en deplorables condiciones de hacinamiento, el sacerdote jesuita Felipe Berríos, que vive en en el campamento Luz Divina en la Chimba, (uno de los que tiene orden de desalojo), criticó en duros términos esta medida.
“Antofagasta es la segunda ciudad con más campamentos en Chile, hay entre 40 y 50 campamentos, son unas 3.000 familias las que viven acá, las cuales un 80% de ellos son migrantes. La mayoría está ubicado en quebradas peligrosas o bajo tendido de luz de alta tensión o le pasa cañerías de agua. Pese a que Antofagasta es una ciudad de 35 mil dólares per cápita, hay una distribución muy injusta y es muy cara para vivir»
«Una pequeña pieza de 3 por 3 metro puede valer hasta 200 mil pesos. Entonces, la gente está obligada a vivir en un campamento para poder vivir… La sociedad entera ha hecho vista gorda a esto. La cantidad de gente es altísima. Me he reunido con dirigentes de estos campamentos, son gente de trabajo, no son delincuentes… Uno no puede poner una pared y deshacerse de ellos, ¿a dónde los vas a ir a tirar? ¿Los van a tirar al mar? Los desalojas y, ¿qué haces con ellos?. Ellos realizan trabajos que los chilenos no hacen, trabajan en las bombas de bencinas, en las tiendas limpiando, es gente que está prestando servicio”.
EL SISTEMA GENERA POBRES Y DESPUÉS QUIEREN QUE DESAPAREZCAN
COMO DICE GALEANO: «EL PODER JAMÁS CONFIESA QUE ESTÁ EN GUERRA CONTRA LOS POBRES QUE GENERA»