En una columna para Publimetro, la periodista de radio La Clave y La Red, Beatriz Sánchez, destrozó a los responsables de la Colusión del Confort, la familia Matte y el ex ministro de Piñera, Gabriel Ruiz-Tagle (UDI), a quienes comparó con narcotraficantes. De paso, además de asegurar que el libre mercado no existía en Chile, criticó que sean estos mismos quienes digan que las reformas «causan incertidumbre».
«Se reunieron en más de una oportunidad en el restorán del Club de Golf Las Brisas de Chicureo. En esas reuniones acordaron subir los precios, poniendo término a la guerra de precios existente»… «los ejecutivos de Cmpc utilizaban una cuenta de correo con el nombre Mario Soto o Macnelly Morales»… «eran conscientes de su ilicitud… usaban documentos impresos, crearon cuentas de correo personales, hicieron uso de teléfonos celulares de prepago para comunicarse con la competencia y ejecutivos de la Cmpc llegaron incluso a deshacerse de computadores arrojándolos al canal San Carlos».
Parece la trama de la serie «Narcos», pero no, son párrafos textuales de la presentación de la Fiscalía Nacional Económica por lo que llamamos «Cartel del Confort». Operaban igual que la mafia, igual que los narcotraficantes, con nombres inventados, deshaciéndose de las pruebas en el río, con celulares desechables. Durante diez años controlaron el 90% del mercado del papel higiénico y los papeles tisúes. Esto nos afectó a todos. A usted, a su familia, a sus amigos, a mí, a mi entorno, a las autoridades, a todos.
Involucra a la mayor empresa de una de las cinco familias más ricas de Chile, los Matte, y a la que fue empresa de un ex ministro de estado y hoy precandidato a alcalde, Gabriel Ruiz-Tagle. Son los mismos que hablan de «incertidumbre», los mismos que se niegan a los cambios, los mismos que rechazan las reformas, los mismos que NO quieren una nueva Constitución. Son los mismos que defienden «el libre mercado» y rechazan el estado fiscalizador. Son los mismos que financian campañas políticas. Son los mismos que hoy «rasgan vestiduras» frente a la idea de una farmacia popular porque es «competencia desleal». Hay que ser muy cara de palo.
Hay que entenderlo de una vez por todas. En Chile no existe el tan alabado libre mercado. Se coluden las farmacias, el transporte público, las navieras, los productores de pollos y hasta los fabricantes del papel higiénico. No siguen las reglas que supuestamente defienden. Hacen trampa. No son casos aislados, es una forma de operar. Ellos «manejan» el mercado para su ganancia y para nuestra pérdida. Hay que ser muy cara de palo… La incertidumbre la generan ellos mismos. Su desprestigio es culpa de su propio comportamiento. ¿En qué momento sus asociaciones gremiales los van a expulsar? ¿Cuándo y qué dirá la Confederación de la Producción y el Comercio? ¿Que el foco tiene que estar en el crecimiento y el empleo? A otro perro con ese hueso.
Es que hay que ser muy cara de palo… Este nuevo caso de colusión sólo me trae a la cabeza la idea de la farmacia popular impulsada por el alcalde de Recoleta. Es tanta la necesidad de hacer frente al negocio descarado, que un jefe comunal tuvo que planificar durante un año la forma de darle la vuelta a la ley y armar una cooperativa que permita a sus vecinos comprar medicamentos con precio justo.
Al conocerse la idea se multiplicaron las ganas y el respaldo. Yo me preguntaba ¿quién podría oponerse? Pero sí, hubo oposición. Oposición de los defensores de la libre competencia. Lo expresaron en redes sociales, en programas de noticias y en editoriales de diario. Ahora me pregunto, ¿de qué libre competencia hablan? ¿Protestan entonces por el «libre mercado» o porque no podrán seguir fijando los precios?… Hay que ser muy cara de palo.
MÁS PERIODISTAS QUE ATAQUEN LA CORRUPCIÓN DEL PODER COMO BEATRIZ SÁNCHEZ, MENOS RELACIONADORES PÚBLICOS COBARDES Y SERVILES COMO MAURICIO BUSTAMENTE, POR FAVOR