Lo primero que tenemos que dejar en claro es que la UDI, como partido político, es la organización criminal más grande del país. Por algo la mitad de sus militantes tiene prontuario y la otra mitad recibió sobornos. De hecho, sin ir más lejos, reconocerion sin pudor alguno que cometer delitos para financiar al partido no era reprochable. Por lo tanto, cuando hablamos de la UDI, estamos hablando de una mafia dedicada a la corrupción, para quienes mentir y engañar a las personas, es parte de su estilo de vida.
Que ahora lloren asegurando que «la prensa está en una campaña contra ellos», además del absurdo que resulta considerando que la ultraderecha es dueña de todos los medios de comunicación masivos de Chile, refleja que están acostumbrados a periodistas lameglandes, que funcionan como relacionadores públicos y que jamás nunca los dejarán en evidencia. Mauricio Bustamante es un claro ejemplo del periodismo servil al poder.
Por esta razón, en la era digital de la información en la que nos encontramos y donde internet a permitido romper el cerco comunicacional establecido por la elite económica, lógicamente que una organización criminal como la UDI se verá tremendamente expuesta. Y no es que exista una campaña en su contra, se trata simplemente de informar sobre los múltiples delitos que cometen sus militantes. Otra cosa es que no quieran que se informe al respecto, como pasaba en Dictadura, a la cual ellos apoyaron felices, hasta ahora defienden y se nota que echan mucho, pero mucho de menos.