En medio de las investigaciones por el Caso SQM, en el contexto de los 362 millones de pesos que pagó a la empresa de su ex mano derecha Cristián Warner, el candidato presidencial del PRO, Marco Enríquez-Ominami, se molestó por las preguntas de la Fiscalía y no quiso explicar «cómo se gana la vida». Para peor, y de la misma manera que lo hizo la UDI Ena Von Baer, tampoco quiso mostrar sus cuentas bancarias. ¿Lo gracioso? Hace un par de días MEO había dicho que no tenía nada que esconder:
«He renunciado a mi derecho a guardar silencio. Le he planteado a la Fiscalía que mi declaración sea pública. A su vez, he aportado un conjunto de documentos que creo importantes para la investigación. Confirmo y reafirmo que he actuado de acuerdo a la ley, de manera legal»
MUY TRANQUILIZADOR QUE UN CANDIDATO PRESIDENCIAL, QUE SE SUPONE QUIERE CAMBIAR LA POLÍTICA, NO DIGA COMO SE GANA LA VIDA Y ESCONDA SUS CUENTAS BANCARIAS
NI HABLAR DE SER HIJO DE MIGUEL ENRÍQUEZ Y PEDIRLE PLATA A LOS QUE ASESINARON A TU PADRE