La Pontificia Universidad Católica de Chile, cuyo rector Ignacio Sánchez se define como «Pro Vida», al punto que aseguró que en su red de clínicas no se iban a hacer abortos y que amenazó con denunciar al Gobierno al Vaticano, de manera que a estas alturas no sorprende, solicitó a tribunales el desafuero de una trabajadora embarazada que actualmente se encuentra con fuero maternal.
ASÍ ES LA HIPOCRESÍA DE LOS AUTODENOMINADOS «PRO VIDA». SÓLO LES INTERESAN LOS FETOS, UNA VEZ QUE NACEN LES DA LO MISMO
LO ÚNICO QUE QUIEREN ES QUE NAZCAN MUCHOS NIÑOS POBRES PARA TENER MANO DE OBRA BARATA