Mediante simpáticas fotografías, exhibidas en la sección «Vida Social» de El Mercurio, un grupo de hermosos y jóvenes cuicos, todos de sedosos cabellos dorados e hijos del 0,1% que tiene al país en la miseria y con una brutal desigualdad social, acudieron a diversas poblaciones de la capital a sacarse fotos ayudar a la gente pobre que sufrió los embates del último frente de mal tiempo. Por supuesto, después de tan noble obra, la Trini, la Pili, la Bernardita, la Cata, la María Gracia y el Clemente, tras abandonar el hacinamiento proletario, volvieron felices a sus mansiones donde sus nanas les prepararon una deliciosa leche con chocolate calentita, que disfrutaron junto a unos muffins, al lado del reconfortante calor de la chimenea.
SI ESTOS JÓVENES PRIVILEGIADOS ESTÁN A FAVOR DE SUBIR LOS SUELDOS, DAR EDUCACIÓN Y SALUD GRATUITA, Y ELIMINAR LA OBSCENA DESIGUALDAD SOCIAL, POR SUPUESTO QUE TIENE SENTIDO QUE VAYAN A LAS POBLACIONES A AYUDAR
EN CASO DE NO ESTARLO, SU ACCIÓN NO SIRVE DE NADA Y QUEDAN COMO UNA MANGA DE ZORRONES QUE SÓLO HACEN TURISMO SOCIAL