Como hemos podido darnos cuenta estos últimos días, el Bacheletismo duro, que nada tiene que envidiarle al Parisismo o al MarcelClaudismo, se encuentra en una guerra declarada contra cualquiera que critique a su cagá de presidenta. La que siguen defendiendo inexplicablemente a pesar de que, como la evidencia lo demuestra, ser el Gobierno más ultraderechista que ha tenido el país desde la dictadura. Incluyendo, que no se les olvide, una Ley Mordaza para que los medios no puedan informar sobre los mútliples casos de corrupción política del último tiempo.
Es así como el Bacheletismo furioso, no sólo han apoyado a ojos cerrados la absurda querella de su amada líder, si no que además, en una conspiranoia digna de Salfate, consideran que toda critica de la prensa hacia a ella es un siniestro intento de Golpe de Estado, repitiendo la palabra «sedición» tantas veces como un loro repite «cara de huevo», causando más risa que cualquier rutina de stand up.
¿Recién ahora les preocupa que los medios masivos estén en manos de la derecha? ¿Por qué mejor no le preguntan a su misma líder que pasó con su promesa de campaña de combatir el monopolio de los medios de comunciación? Sin ir más lejos, podrían preguntarle también a la Concertación/Nueva Mayoría por qué siempre les dan todas las exclusivas a El Mercurio, les pasan dando entrevistas a La Tercera, y hasta ahora les entregan casi todos los recursos del Estado. No tienen moral alguna para decir que esos medios están en su contra.
Por lo tanto, ¿Qué tan ridículos se ven los Bacheletistas defendiendo la querella de su amada líder a Revista Qué Pasa? Increiblemente ridículos y patéticos. Como ya lo han dicho Mónica González y Mauricio Weibel, querellarse y pedir cárcel para periodistas, es el camino más fascista que se puede tomar. Y por favor, no sean inconsecuentes. Y es que mientras se quejan de una publicación por «dañar la honra de Bachelet», celebran publicaciones que denigran a Longueira, Piñera, Novoa y el resto de los delicuentes de la ultraderecha.
NOTA DE GAMBA:
Y NO, NO ESTAMOS DEFENDIENDO NICAGANDO NI A LOS FACHOS NI A QUÉ PASA