Esta tarde, Piñera criticó la querella de Bachelet contra Qué Pasa y salió en defensa de la «libertad de expresión» y de la «prensa libre». Por supuesto, además de cerrar el Diario La Nación, se le olvidó mencionar que el mismo, tiene un largo prontuario de censura. En este caso, recordaremos cuando vetó a los periodistas cualquier pregunta sobre LAN y el papelón internacional que significó la censura que cometió contra la BBC.
La venta de algunas de sus empresas, específicamente Lan, habría generado el primer desencuentro entre el Presidente electo, Sebastián Piñera, y uno de los principales rostros de noticias en el canal del que también es propietario, Chilevisión. Según versiones que circulan en la propia estación televisiva y que diversas personas han refrendado a través de Twitter —entre ellos Fernando Paulsen, Juan Manuel Astorga y el periodista de CNN Simón Oliveros—, Iván Núñez llegó el lunes hasta la casa de Piñera para entrevistarlo, al igual que otros periodistas de TV. Allí se habría encontrado con que no se le permitía preguntar acerca de la venta de acciones de Lan, «pauteo» que el periodista se negó a aceptar, por lo que se habría retirado de la casa del Presidente electo sin concretar la entrevista.
Parecía una entrevista normal la que el presidente chileno, Sebastián Piñera, mantuvo con BBC Mundo en Río de Janeiro esta semana. Pero como muestra el video tuvo un final inusitado. La interrogante estaba relacionada con el homenaje a Augusto Pinochet realizado el domingo 10 en un teatro céntrico de Santiago. El acto, que incluía un documental reivindicativo del gobierno militar de Pinochet (1973-1990), provocó la protesta callejera de detractores del general que chocaron con la policía, con varios heridos y detenidos.
Y la pregunta que BBC Mundo quiso plantear a Piñera era precisamente si ese tipo de actos deben permitirse en nombre de la libertad de expresión, pese a que reivindiquen un gobierno que, según estimaciones oficiales, mató unas 3.000 personas. Pero cuando la interrogante era planteada, una funcionaria de comunicación de la presidencia chilena intervino frente a la cámara declarando cerrada la entrevista y Piñera comenzó a retirarse. En ese momento, ni Piñera ni sus asesores rechazaron que se formulara lo que se anunció como «una última pregunta muy puntual». Las objeciones sólo surgieron cuando se supo de qué se trataba la inquietud.
PERO RECUERDEN: «PIÑERA PREFIERE UNA PRENSA LIBRE AL SILENCIO DE UNA PRENSA AMORDAZADA»