Demostrando que la Lucha de Clases comenzó hace rato, a la serie de empresarios que han salido por los medios diciendo sin asco alguno que los derechos sociales no exiten, el ex presidente de los delincuentes de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), José Antonio Guzmán, en una carta para El Mercurio, llamó a los «sectores moderados» a que hagan un «esfuerzo intelectual» para difundir, defender y persuadir mejor sobre la «bondad» de sus ideas. (Ideas tan bondadosas que tienen a todos los chilenos pobres y endeudados)
«En términos generales, es obvio que nuestra crisis tiene solución. Basta recordar lo diferente que era el país hace tan solo 40 años y cómo fue capaz de cambiar. Fuimos testigos de cómo la economía de mercado tuvo la virtud de despertar la confianza de los chilenos en sí mismos para enfrentar desafíos que antes parecieron utópicos; de restablecer la confianza en que el esfuerzo personal produce frutos; de impulsar un desarrollo económico y social sin precedente; de reducir fuertemente la pobreza; de valorizar los conceptos de ahorro e inversión, y tantos otros. ¿Por qué no hacerlo de nuevo?»
Hoy veo en Chile dos partidos políticos: el de los radicalizados, que quieren refundarlo todo, capturar las instituciones, retroexcavar y reconstruir sobre el Estado, y el de los moderados, que, reconociendo los muchos cambios por hacer, desean hacerlos en forma mesurada, realista y gradual, sin detener el crecimiento. La gravedad de la situación exige que el segundo, que representa a más del 75% del país, emerja ahora y se exprese con fuerza para levantar las expectativas antes de que sea tarde. Me da igual que dicha tarea la encabece alguno de los que se perfilan hoy día u otro, o todos juntos, siempre que se comprometan con la moderación, el respeto al Estado de Derecho, el crecimiento económico, la seguridad pública, la independencia de las instituciones, la descentralización, la corrección de los errores cometidos y la búsqueda de nuevos consensos para articular las diferencias.
A favor nuestro está la clase media y su dinámica movilidad social. Es muy difícil que esta acepte volver a proletarizarse u homogeneizarse. También juega a nuestro favor la aspiración de valerse por sí mismo, que se expresa en todas las encuestas sociales, y la percepción de que se pueden lograr metas personales y familiares si existe una sociedad de oportunidades. Debemos hacer un serio esfuerzo intelectual para difundir, defender y persuadir sobre la bondad de nuestras ideas, utilizando todas las redes sociales y los medios para ello.
1) ¿QUÉ MIERDA SABE UN BURGUÉS SOBRE LA REALIDAD DE LA MAYORÍA DE LOS CHILENOS?
2) PAREMOS DE MENTIR. EL MILAGRO ECONÓMICO DE LA DICTADURA FUE UNA FARSA Y EL CRECIMIENTO CON TANTA DESIGUALDAD SOCIAL NO SIRVE DE NADA
3) SI LOS CAMBIOS LOS HACEMOS AL RITMO DE LA CLASE PRIVILEGIADA, RECIÉN EN EL AÑO 5000 TENDREMOS GRATUIDAD, SUELDOS QUE ALCANCEN PARA VIVIR Y JUBILACIONES DIGNAS