Mediante una columna para La Tercera, la Ministra del Trabajo Ximena Rincón, como buena DC no se arrugó lo más mínimo al presentar como un avance la vergonzosa Reforma Laboral de Bachelet, siendo que es un claro retroceso para los trabajadores a lo que ya existía, y donde lo único bueno que tenía, la titularidad sindical, lo terminaron sacando igual para beneficiar a los empresarios.
El reciente fallo del Tribunal Constitucional que declara inadmisible un recurso presentado por Diputados y Senadores de oposición, marca el inicio del final de la tramitación legislativa del Proyecto que Moderniza las Relaciones Laborales, el cual, luego de una revisión que debe realizar dicho Tribunal sobre normas de competencia judicial en algunas materias, debería ser promulgado y finalmente publicado como Ley de la República. Atrás quedan los debates y las legítimas diferencias de opinión, que -dicho sea de paso- en nuestra sociedad se encauzan hoy, a través de mecanismos institucionales de convivencia democrática, de lo cual debemos sentirnos orgullosos.
En primer lugar, debemos entender que lo relevante para trabajadores y empleadores, son los desafíos del mundo del trabajo, tras la aprobación de la ley que Moderniza las Relaciones Laborales y no los cuestionamientos infundados de unos pocos agoreros del desastre, que señalan que esta reforma destruirá el empleo, la empresa y la convivencia laboral. Nos asiste la firme convicción que el gran desafío para trabajadores y empleadores en este nuevo período que abre la reforma, radica en la capacidad de establecer relaciones laborales basadas en un mayor y mejor diálogo entre las partes, teniendo como norte mejorar las condiciones de empleo y remuneraciones de cada trabajador, y hacer más exitoso el resultado de la empresa.
El imperativo de estos desafíos no responden a una concepción ideológica determinada; son las verdaderas urgencias que nos pone delante el complejo mundo de hoy, y que nos pide cada día avanzar en mecanismos que aseguren el único capital capaz de hacer progresar una sociedad: la Paz Social; paz social entre trabajadores y empleadores, entendiendo que ambos se encuentran fuertemente tensionados por un mercado de trabajo más exigente y excluyente, con procesos masivos de innovación tecnológica que obligan a adaptarse a nuevas formas de empleo y nuevas formas de aumentar la productividad (…) Pero yo creo que para lograr construir paz social, es fundamental, entonces, el diálogo en condiciones de equilibrio entre trabajadores y empleadores: esa es la clave en la que debemos leer la reforma laboral. Si así lo hacemos, no dejaremos pasar una gran oportunidad para nuestro país, como lo hacen por cierto países como Alemania y otros que entienden el valor de las instituciones -entre ellas los sindicatos- y lo que significan en la estabilidad y crecimiento de sus países la existencia y ejercicio del diálogo social.
1) QUE PARE DE MENTIR ESTA SINVERGUENZA, LA REFORMA LABORAL ES UN FRAUDE QUE SÓLO FAVORECE A LOS EMPRESARIOS
2) ¿DE QUÉ PAZ SOCIAL HABLA SI LOS TRABAJADORES RECIBEN SUELDOS DE MISERIA MIENTRAS LOS EMPRESARIOS SON CADA VEZ SON MÁS MILLONARIOS? LA PAZ SOCIAL DE LA QUE HABLAN, NO ES MÁS QUE EL SILENCIO DE LOS EXPLOTADOS