La hipocresía de los fachos es numerosa y está bien documentada, hablan de moral y son los más inmorales, dicen ser «Pro Vida» y buscan que las personas tengan la peor calidad de ida posible, (hacer lo contrario va en contra de sus intereses). Por eso es que no sorprende que el Senador Manuel José Ossandón, mientras no quiere que los menores tengan educación sexual, al mismo tiempo, quiere encarcelarlos ya que «saben lo que hacen». The Clinic resume su ultraderechista proyecto, que fue duramente criticado por la Corte Suprema, asegurando que violaba los derechos internacionales del niño.
Entre los proyectos más controversiales, Guillier presentó, en agosto del año pasado, una iniciativa junto a Manuel José Ossandón y el senador de RN, José García Ruminot, para introducir cambios a la ley de responsabilidad penal adolescente, que juzga a los menores de edad que han cometido delitos. La iniciativa busca “modificar la ley N°20.084, en materias de procedimiento, medidas accesorias y determinación de las penas aplicables a los adolescentes infractores de la ley penal”.
El proyecto, en primer trámite constitucional, incluye medidas como vigilancia con tobilleras electrónicas. Extensión de los plazos de investigación de seis meses a un año. Obligación de asistir a tratamiento por adicción a las drogas o el alcohol, atención psicológica para “que adquiera conciencia del mal causado y un sentido de responsabilización de los actos propios”. Agrega un mayor peso a las agravantes en caso de condenas anteriores y suspensión condicional del procedimiento.
Debido a que el proyecto contempla cambios a la legislación penal fue consultada vía oficio la Corte Suprema. El máximo tribunal del país en su respuesta al Senado, sostuvo: “es necesario señalar que la modificación que se propone a la Ley N° 20.084,(…) puede aparecer como vulneratoria de la normativa internacional sobre derechos humanos, particularmente la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN)” y objetó jurídicamente cada una de las propuestas. En relación a la iniciativa de lo legisladores de agregar tobilleras electrónicas como una nueva sanción penal que evite la internación de adolescentes, la Corte Suprema contestó: “Puede estimarse que atenta contra el principio de proporcionalidad e interés superior del niño, resguardado en los instrumentos internacionales; pues pone en riesgo las auténticas posibilidades de reintegración social de los adolescentes infractores, al impedir la participación plena del adolescente en su comunidad, favoreciendo la estigmatización y su aislamiento social”.
Además, sostiene que “es una renuncia explícita a la intervención socioeducativa del adolescente, y responde explícitamente a un paradigma que el Estado chileno ya abandonó: el paradigma tutelar. En efecto, esta sanción sugiere un tratamiento del adolescente que, o bien es estrictamente punitivo, o es derechamente objetual; pues el adolescente infractor se concibe como un peligro para la sociedad que debe monitorearse y no como un adolescente cuya integración social debe posibilitarse”. La Corte Suprema también criticó la idea de darle mayor peso punitivo a las condenas anteriores: “Se trata de una reforma que, por su tendencia punitivista, no deja espacio a que el juez siquiera considere los efectos que podrían provocarse desde la perspectiva de la intervención socioeducativa. (…) La intervención penal de adolescentes por disposición de los tratados internacionales ratificados por Chile, debe evitar el rigorismo punitivista” y la califica de “sistemáticamente desaconsejable”.
1) La hipocresía de los fachos tiene explicación: Lucha de Clases
2) Nótese que Alejandro Guillier era socio de esta verguenza de proyecto. El mismo al que «los progres» están vendiendo como «el candidato de la izquierda»