Cualquier persona que tenga redes sociales, especialmente Facebook y Twitter, podrá haber notado la extrema insistencia en los pro votistas, la mayoría militantes Nuevos Minoristas desesperados por no perder su trabajo, en asegurar muy sueltos de cuerpo que: «No votar en las elecciones no servía de nada ya era mucho más efectivo anular el voto para expresar tu descontento» y «Si no te gusta nadie al menos levántate y anda a votar nulo ya que así te tomarán en cuenta»
La pregunta cae sola. ¿Han visto alguien preocupado de los votos nulos? ¿Han visto una mísera persona rasgando vestiduras por los votos blancos? Sin embargo, por otro lado, la abstención histórica ha sido tema en todas partes. Porque, básicamente, cuestiona la institucionalidad completa, cosa que no se logra anulando el voto, ya que no es tomado en cuenta por nadie. Y es que reducir la política a votar cada 4 años, es uno de los actos de despolitización favoritos de la clase dominante. Y no votar, aunque les duela, también es un acto político.
Los votos blancos y nulos, amigas y amigos, tienen menos peso que un cura hablando sobre matrimonio, un Opus Dei hablando de sexo y un burgués opinando de trabajo. Por lo tanto, para las próximas elecciones, deberían evitar repetir como weones: «li ibstincin ni sirvi di nidi is mijir minifistir ti discintinti inilindi il viti». Ya que sólo harán el ridículo, y le darán material gratuito a carismáticos, exitosos y populares medios de información de sátira política para agarrarlos pal webeo.