La respuesta es bastante simple: Y es que si bien la DC lleva el gen de la traición en la sangre, (por lo que si ustedes conoce a uno jamás le presten nada y le cuente algún secreto ya que siempre los terminará traicionando), tampoco son tan weones, en el contexto de que como buenos vagos pulmones vírgenes acostumbrados a rascarse las gónadas, tienen a decenas de miles de militantes apitutados en el Estado sin hacer nada.
A grandes rasgos, la DC está atada de manos ya que como no les gusta trabajar, jamás querrán dejar de parasitar a costa de todos nosotros. De hecho, si por alguna razón se van de la Nueva Minoría o los echan, la cesantía aumentaría fácilmente en un 5%. No menor es el hecho de que la Nueva Minoría está lejos de ser el antro progresista que algunos quieren creer que es, y es que no existe nada más DC que la propia Nueva Minoría. Para evidencia está el propio vergonzoso historial del Gobierno de Bachelet.
Tras la Nueva Minoría, amigas y amigos, al igual que Chile Vamos, no existe mayor ideología que el poder y apitutar a sus militantes en puestos de Gobierno. Por eso luchan en cada elección, por eso gastan tantos millones, por eso le piden dinero a los empresarios para sus campañas. ¿Programa Político? ¿Defender los intereses de los que votan por ellos? Sólo alguien muy inocente, por no decir increíblemente mermelada de weas, puede seguir pensando que eso existe con tanta evidencia en contra. Este es el fraude de la Democracia Representativa, por eso es que votar no sirve de nada.