1) La cara de rajez de esta sinverguenza supera todos los límites. Tener la patudez de decir que «con las marchas pacíficas se escucha mejor la voz de la cidadanía» cuando todo el país lleva meses marchando pacíficamente pidiendo el fin de las AFP y ella lo único que ha hecho es defenderlas. ¿Sorprendente? Para nada, Bachelet pasará a la historia por tener el Gobierno más desastroso, ultraderechista y pro-empresarios de Chile.
2) Acá no hay nada que discutir. Las AFP no son un sistema de pensiones sino que un ahorro forzoso donde nos quitan dinero todos los meses para dárselos a los grandes grupos económicos. Una aberración que por algo fue impuesto en Dictadura ya que de otra manera era imposible. Por eso tienen que ser eliminadas, por eso tiene que instaurarse un sistema de reparto como lo tiene el 95% del mundo.
3) La excusa de «las cosas se aprueban con tiempo» es aún más siniestra. En este caso, estamos hablando de que el 91% de las pensiones pagadas por las AFP no superan los 150 mil pesos y 400.000 jubilados reciben una pensión de apenas 86 mil pesos. Es decir, actualmente tenemos cientos de miles de adultos mayores que se están muriendo de hambre. Una situación insostenible, más aún si consideramos las obscenas ganancias que tiene la elite a pesar de estar supuestamente en «Crisis Económica»
4) Lo volvemos a repetir, el discurso de la «no violencia» es increiblemente funcional a los intereses de la clase dominante. Por algo lo primero que hace elite es criminalizar cualquier marcha, paro, huelga o protesta que realicen las personas. Demás está decir que basta agarrar cualquier libro de historia para saber que los pocos derechos que ha ganado el pueblo, no se lograron precisamente marchando y protestando pacificamente sin molestar a nadie.