1) El periodismo es un oficio, no una profesión. Tener un «cartoncito» no te hace mejor periodista. Para ejemplos está la verguenza del periodismo nacional, una tropa de vendidos serviles al poder que son felices subiendo memes en los medios de desinformación masivos. Aparte que no existe una «carrera» más fácil que periodismo, hasta el weón más tonto se puede titular de periodista. Y no, no estamos defendiendo al plasta de Astorga.
2) Alejandro Guillier, el mismo al que «los Progres» venden como un candidato «de izquierda», tiene un amplio historial que demuestra que no se diferencia en nada de los políticos de la Nueva Minoría. Para ejemplos está su comercial defendiendo a las Isapres y la privatización de la salud, su poco ética, homofóbica e injustificada «sacada de closet» del Juez Calvo, su historial legislativo donde siempre se a cuadrado con la Nueva Minoría, incluyendo la mula excusa de «votar por proyectos que no leyó».
3) Guillier no es otra cosa que la nueva Bachelet. Una «cara nueva» para la misma política defensora de la elite de siempre. Por algo lo apoya la DC, por algo su generalísimo de campaña es Patricio Tombolini, el niño símbolo de la corrupción de la Concertación.
Aquí el ninguneo de Alejandro Guillier a J.M Astorga (quien criticó su entrevista con Mujica) diciendo que Astorga no es periodista.#OpinoEV pic.twitter.com/HrRBXhTXkc
— Radio Villa Francia (@rvfradiopopular) 4 de noviembre de 2016