Luego de la salida de cadena de la vocera de Chile Vamos, Alejandra Bravo, quien hizo el ridículo culpando a la despenalización del aborto por la oleada de incendios que afectan al país, ahora no se le ocurrió nada mejor que increpar a los periodistas de CNN Daniel Matamala y Mónica Rincón, asegurando que «querían censurarla»
1) Los fachos creen que «libertad de expresión» es mentir y decir estupideces sin que nadie les diga nada, y si los contradices denuncian que «los quieren censurar»
2) Lo de Alejandra Bravo no resiste análisis. No es casualidad que la vocera de la ultraderecha sea una fánatica religiosa adicta a aspirar tolueno