Mientras en Chile la Clase Trabajadora no tiene conciencia de clase, y aún critica cualquier marcha, protesta y huelga exigiendo derechos básicos, la burguesía chilena siempre ha dado muestras de ser especialmente unida. Por ejemplo: Acordando coludirse para subir los precios, se respaldan cuando son descubiertos cometiendo delitoso, se unen para evitar cualquier mínima reforma y salen a marchar para pedir mano dura contra los pobres. En este contexto, el delincuente de Andrónico Luksic, respaldó los llantos de Lucy Avilés:
El problema de la desigualdad económica es tan grande en Chile, que una minoría puede darse el lujo de andar dando lecciones de moral a golpes de billetera
Luksic que contamina todo el norte de Chile y tiene a pueblos completos sin agua, Avilés y su esposo que evaden impuestos por 50 mil millones de pesos, en Chile pueden comprar hasta la moral