Lucy Avilés, la mujer de 41 años radicada en Estados Unidos que envió a Chile el avión «Supertanker», hija de Víctor Manuel Avilés Mejías, abogado de la DINA, agente del departamento de operaciones sicológicas de la CNI y abogado de CEMA Chile, y que está casada con el nieto del fundador de Walmart, a través de su Facebook, se victimizó por el, según ella, «violento trato que ha sufrido», mezclándolo todo con «feminismo» y el «ni una menos».
Definitivamente ser mujer en Chile no es fácil por diversas razones. Por lo mismo debemos hacer campañas especiales de protección hacia la mujer, eso claramente es una mala señal. Durante estos días, me refiero específicamente desde el momento en que junto a mí marido decidimos enviar al Global Super Tanker por la emergencia incendiaria del país, me impresionan algunos comentarios.
Dada que la situación en Chile era catastrófica, para ese entonces ya habían 3 fallecidos, miles de hectáreas quemadas y familias que lo habían perdido todo es que decido dar la cara públicamente.Dar la cara publicamente te expone a que todos opinen sobre uno, a que te prejuzguen, a recibir ataques contra mi entorno, mi familia etc… También están los que apoyan y eso ayuda y satisface mucho más cuando una sabe que hizo el bien.
He sido maltratada por algunos periódicos y personas que les cuesta ver en mí una mujer fuerte que quizo hacer algo a cambio de Nada ( sé que cuesta creerlo). Hablan de mi padre abiertamente como si lo supieran todo, basta que algo quede escrito para que sea la verdad, hablan de la familia de mi marido, de la empresa que formó su abuelo y se llenan de opiniones. También están los desconfiados de siempre, que trama Lucy Ana!!!! Nada, mi país se estaba quemando y quise ayudar. Por qué tanta publicidad? Publicidad a qué? a lo que hicimos y a mantener informados a las personas? no lo entiendo.
El hermano facho y los «valores» de la ultraderecha
Contradiciendo todo lo que había dicho Lucy Avilés, su hermano Víctor Manuel Avilés Hernández, abogado y militante de Renovación Nacional, escribió una carta a El Mercurio titulada «Lo que hay detrás del Supertanker», buscando sacar falsos «réditos valóricos» que según él, inculca la ultraderecha
«Detrás del Supertanker existen muchas cosas. Hay, sin duda, la capacidad económica de poder contratarlo. Pero eso no es todo. Hay valores específicos que fueron cuidadosamente trabajados por los padres y abuelos de los donantes: la preocupación patriótica y por las comunidades en que se vive; el compromiso con los demás; el amor a Dios, la naturaleza y la vida de todos los seres humanos, entre otros muchos que podríamos recordar»
«Detrás del Supertanker están Lucy Ana Avilés H. y Ben Walton, su involucramiento directo y personal, junto con muchos valores sobre los que poco se habla por estos días. Todo un ejemplo el que nos han dado, en momentos en que se pone en duda la vida del que está por nacer; se reclaman solo derechos, pero se rechazan las obligaciones; se exacerba lo individual, y se sueña con crear un país desde cero, mientras se vive una crisis de confianza de proporciones no conocidas hasta la fecha»
«En la donación se aprecia el ejercicio de la libertad orientada hacia el bien, asumiendo una responsabilidad inexigible, que llegó a comprometer incluso la tranquilidad y privacidad familiar», sin embargo ha sido él mismo quien a través del mismo texto decide entrar en el debate político contingente, contraponiendo la donación del Supertanker a cosas que evidentemente él, dada su formación, no considera tan buenas: el proyecto de aborto bajo tres causales, y los procesos de demandas sociales y de reforma política»
1) Lo de Lucy Avilés nos comprueba que el feminismo TIENE que ser de clase o no es feminismo. La discriminación hacia las mujeres no responde a subjetividades como «sentirse insultada por la prensa», sino que a todo un aparataje económico y social que discrimina y explota a las mujeres sólo por ser mujeres. Por ejemplo: Recibiendo menos sueldo por el mismo trabajo, con planes de salud más caros, siendo acosadas en el metro, no poder decidir sobre su cuerpo y que son golpeadas y asesinadas de manera sistemática por hombres que creen que son de su propiedad.
2) Por supuesto que la ayuda se agradece, de hecho, además de apagar incendios, dejó en evidencia la mafia y el negocio que hay detrás de la Conaf y las diferentes organizaciones que ganan millones con los incendios. Ahora, si lo van a estar sacando en cara a cada rato mejor no hubiesen ayudado
3) Lo del hermano facho es el ridículo absoluto, considerando que los «valores» que promueve su sector son la desigualdad social, la inequidad, el individualismo y el amor por el dinero por sobre todas las cosas. Donar un millón cuando ganas 500 millones no es algo destacable, peor aún cuando te jactas de hacerlo y más encima quieres reconocimiento.
4) Esta es la diferencia entre caridad y solidaridad. La caridad es negativa porque funciona «de arriba hacia abajo», es decir, se da dentro de un contexto de inequidad que valida la desigualdad social. La solidaridad en cambio es horizontal, es el pueblo ayudando al pueblo, sin alardes. Basta recordar las miles de personas que ayudaron anónimamente y arriesgaron su vida tratando de apagar los incendios, (dvarios murieron haciéndolo), y como hemos visto, ninguno de ellos está haciendo shows, menos publicando cartas en El Mercurio, como si lo están haciendo los «hermanitos» Avilés.