Sánchez: Sabe qué, si es para que no se confunda con lo que estamos diciendo. Porque si a mí me ponen a hacer ejercicios matemáticos, salgo reprobada inmediatamente, porque no es mi capacidad, yo no estoy para eso. Hay personas que son más buenas para un área y son buenas para otra, y por eso se eligen. En otros países las vocerías funcionan de manera distinta, que era lo que estaba planteando Fernando. Usted repite algo permanentemente que me gustaría que quedara claro en esta conversación. Usted Insiste en que la tergiversan. No, Alejandra, no la tergiversan. Usted dice cosas que son erradas, usted comete errores, cuando confunde homosexualidad con transgénero, eso es muy grave. No es una tergiversación.
Bravo: A mí no me preguntaron.
Sánchez: Perdón, le preguntaron qué es ser homosexual, si la pregunta fue clarísima. Y usted insiste que la tergiversan, no es así.
Bravo: Dentro de las distintas orientaciones sexuales también está el transgénero. Si yo le quiero que explicar a un niño respecto de ese aspecto de esta diversidad de orientaciones sexuales, yo lo puedo hacer. Y puedo no explicarle lo otro. Y eso no es por qué ser intolerante. Obviamente lo que yo expliqué es una cosa distinta a la homosexualidad. Pero si yo quiero explicar dentro, insisto, de las distintas orientaciones sexuales que existen una de ellas y no todas, estoy en mi derecho. Entonces, por qué luego debo ser calificada como una persona que no sabe respecto a las distintas orientaciones sexuales. Está mal eso.
Más allá de lo «chistoso» que nos parezca su ignorancia y estupidez, el pensamiento de Alejandra Bravo es altamente peligroso. Primero porque es claramente homofóbica, segundo porque está pasando por encima de todos los hechos para imponer su propia realidad alternativa. Y ojo, así piensa toda la ultraderecha.
Alejandra Bravo, la Sarah Palin chilena:
Acá, la periodista @labeasanchez trata de explicarle a la Pdta del PRI donde está su error, y nada pic.twitter.com/KxnINhOgrP— Radio Villa Francia (@rvfradiopopular) 17 de febrero de 2017