El mismo día en que el progresismo perdió la cabeza por una pequeña funa al Ministro Valdés, donde llamaron raudos a condenar «todo tipo de violencia», también fue noticia unos inhumanos edificios de Estación Central, verdaderos guetos verticales construidos sin ningún tipo de consideración de calidad de vida. El intendente Metropolitano, Claudio Orrego, denunció (después de estar construidos) que tres proyectos inmobiliarios de la comuna se están edificando pese a no tener permiso medioambiental. Incluso, uno de ellos que ya va en el octavo piso sin tener ningún tipo de permiso.
«No tener un plan regulador, lamentablemente, ha hecho que esta comuna se transforme en una ley de la selva para muchos desarrollos inmobiliarios. Hoy día tenemos una actitud absolutamente contraria al estado de derecho de parte de algunos privados. Esta es la única comuna del Santiago urbano que no tiene plan regulador desde el año 83 y eso ha significado que aquí se pueda construir, a juicio de los privados, lo que se quiera y cómo se quiera, a pesar de que eso el día de mañana va a significar lo que hemos denunciados: guetos verticales»
Siempre verán condenas a la violencia sólo cuando es de un lado hacia otro. Sin embargo la violencia está en todas partes: En los sueldos bajos, el sistema de transporte, en la abuelita que si no vende parches curitas en la calle se muere hambre o en estas verguenzas de edificios. Esta es la verdadera violencia, la estructural producida por la Desigualdad Social.