No, Agustín Edwards no fue ningún «luchador de la libetad» como lo quiere vender la ultraderecha. Fue un golpista, funcionario a sueldo de Estados Unidos, que fue protagonista directo tanto en el Golpe de Estado como en la sangrienta Dictadura Cívico-Militar de Pinochet. Para ejemplo de esto, recordaremos algunas de las portadas más miserables de El Mercurio, La Segunda y LUN, de las cuales Edwards era dueño, y que de manera increíble hasta ahora reciben casi todo el financiamiento del Estado.